¿Comida pirata que además de dañar tu bolsillo no te aporta los nutrientes que crees que consumes? Sí, ésta abunda en el mercado y va desde los quesos “tipo manchego”, o tipo gouda, parmesano, etcétera; la miel de abeja rebajada con miel elaborada con azúcar, los “productos lácteos” que no son leche o las carnes frías “de pavo” que contienen pollo, cerdo y grasa de pavo, entre muchos productos más.

Un marcado de comida falsificada que se propicia por la escasa vigilancia de las autoridades sanitarias, como denuncia el Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, como por la falta de costumbre de los consumidores a leer las etiquetas que detallan el contenido, además de que en muchos casos se falsea esta información.

Leer impresos como la Revista del Consumidor, o información difundida a nivel mundial por instituciones de investigación de renombre, permite adentrarse en el mundo de falsificación de alimentos que pasa generalmente desapercibido.

En sus comparaciones de contenidos, la Revista del Consumidor ofrece, prácticamente en cada número, análisis de productos alimenticios que por lo general dejan mucho que desear, como por ejemplo, las marcas de cátsup favoritas en el mercado, que tienen almidones, saborizantes, colorantes… y tantito jitomate.

Alerta esta revista, editada por la Procuraduría Federal del Consumidor, sobre “cremas” comestibles “de leche pura”, en las que la grasa natural de la leche, altamente proteica, es sustituida por grasa vegetal, e incluso las hay con ingredientes “no permitidos en su fabricación.”

O los aceites “de oliva extravirgenes” que se elaboran en países de Europa con desechos de aceitunas y que han llevado a las autoridades italianas a aplicar fuertes multas.

Pero se alerta también sobre esos bolillos y teleras super esponjados –a base de puratos, es decir, almidones que también esponjan el cuerpo-, y cuyo valor nutritivo se desploma.

Cabe alertar, además, de algunos productos del campo de origen extranjero que ya se comercializan libremente en Pachuca y el resto del país pese a existir alertas sobre la calidad de los mismos, como es el caso de los “chiles” de árbol chinos, manzanas con bajo contenido en nutrientes de origen estadounidense o tomates y jitomates que no se producen en la tierra y por tanto no extraen todos los minerales necesarios.

El día que la Secretaría de Salud asuma su responsabilidad de verificar a profundidad calidad y contenido de los alimentos que consumimos los mexicanos, nos llevaremos la terrible sorpresa de que estamos gordos y desnutridos porque consumimos muchas porquerías”, no duda en afirmar el presidente de los productores de leche, Álvaro González Muñoz.

Y es que tan sólo en el rubro de la leche, el productor subraya que el 80% del “lácteo” que se consume en el país es la de marca Nutrileche, “que es todo, menos leche”.