¿Una licuadora o aspiradora? ¡Para nada! Las mamás modernas ya no esperan recibir electrodomésticos este 10 de mayo, sino aparatos de moderna tecnología que les faciliten o hagan más divertida su vida profesional o personal.

En ello coinciden tanto el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Pachuca (Canaco-Servytur), Juan Jesús Bravo Aguilera, la presidenta de la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresa, Lorena Gargía Cázarez, como madres de familia que, con empleo fuera de casa o dedicadas a las labores domésticas, consideran indispensable el estar “conectadas”.

Este Día de las Madres renovar el teléfono celular a la mamá, por uno más moderno y con más funciones, será la decisión que muchos esposos e hijos tomarán”, afirma el representante del comercio en el estado.

Y es que las madres se organizan hoy en día a través del Whatsapp para llevar y traer hijos de la escuela, cumplir con tareas u organizar festejos escolares, para, desde el empleo, “checar” a los hijos o adultos mayores y comprobar su bienestar, entablar comunicación con maestros, o simplemente porque gustan “navegar” en internet o deben hacerlo en el ejercicio de su desempeño laboral.

A una madre profesionista o empresaria no se le va a regalar un electrodoméstico; ellas esperan lo más moderno en Android, un teléfono celular en plan o por lo menos, un teléfono mejor al que ya tiene”, coincide en señalar Lorena García Cázares, presidenta de la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresas (Ammje) en Hidalgo.

Yo la le pedí a mi marido que me compre un plan, pues es tremendo quedarme sin datos cuando más lo necesito”, asegura a su vez Carmina Reyes Nogales, vecina de la colonia Aquiles Serdán, quien con un hijo en preparatoria, uno más en secundaria y una que está por concluir la primaria, “necesito saber en dónde están, si están bien, y lo más cómodo, rápido y barato es el chat”.

Al principio Sarita, de 72 años de edad, vecina del centro de la ciudad, recibió un smartphone de su hijo Pedro como “un aparato del demonio, eso me parecía”. Ahora que aprendió a usarlo, Sarita goza de la facilidad en comunicación que significa el que todos sus hijos, nueras, yernos y nietos estén en un grupo de what “y poder preguntarles cómo están y que me contesten de inmediato, o que me pregunten a mí”.

Soy la administradora de un laboratorio de análisis clínicos en el Estado de México en el que damos servicio las 24 horas del día, así que viviendo en Pachuca necesito estar constantemente comunicada y checando que todo esté en orden en mi trabajo, en mi casa, mis hijos y mi marido, lo que no podría hacer sin mi teléfono celular, o checando cámaras de video a través de la computadora”, comenta a su vez María del Carmen Rivera, vecina de la colonia Matilde.

Una situación que conocen bien los distribuidores de la más moderna tecnología en comunicación, que inundan en estos días los correos electrónicos con sus múltiples ofertas.