La falta de “morralla” al momento de pagar en un parquímetro sigue siendo un contratiempo frecuente entre quienes buscan dejar el vehículo en áreas de estacionamiento concesionadas, y no tienen, por lo general, opciones para cambiar billetes por monedas.
El que los aparatos para pagar este impuesto no acepten billetes, aún aquellos de baja denominación, se ha convertido en un problema para los pachuqueños, en una ciudad en donde la premura de tiempo se está volviendo una constante.
“Por unos pesos tengo que recorrer la calle buscando quien pueda cambiarme un billete de 20 pesos por monedas; deteniendo a peatones para pedirles que me cambien”, aseguró Jaqueline Rosas, cuando se dio cuenta que no llevaba monedas para pagar el parquímetro al intentar estacionarse este martes en el perímetro del Parque Hidalgo.
Los automovilistas en esta situación dejan el automóvil para buscar cambio, con el temor de que en ese momento sean infraccionados e sea colocado el inmovilizador al automotor, al observar patrulleros la falta de pago.
“Si ocurre en calles tan transitadas como Guerrero o Plaza Juárez, es fácil conseguir cambio en puestos de periódicos o comercios, pero hay zonas, como el Parque Hidalgo, en donde no hay dónde cambiar”, comentó a su vez Jesús Manuel Ramírez.
Insisten los usuarios en solicitar a la alcaldesa, Yolanda Tellería, que interceda para que la empresa que tiene concesionado el servicio de parquímetros renueve su equipo e instale aparatos que reciban billetes.
“Porque además hay que pagar con la cantidad exacta, con monedas, porque los aparatos no dan cambio, cuando no debiera ser así”, afirmó el señor Ramírez.
Hacen notar los usuarios que es cada vez menos frecuente el uso de efectivo, sobre todo de morralla, para pagar, y es hasta llegar al aparato cuando perciben que no traen cambio para hacerlo.
“La realidad es que la empresa debe facilitarnos el cumplimiento, aceptando billetes, aunque también es un problema cuando sólo traemos de alta denominación, pues es muy difícil conseguir cambio”.
Al respecto, Cristina “N”, empleada de una tienda en la calle de Guerrero, frente a un parquímetro, afirmó que “todo el día desfilan por la tienda personas que se estacionaron y no cuentan con monedas para pagar el parquímetro, y que buscan desesperadamente que se les cambie”.