Desde el mes de abril la población de México se encuentra inmersa en un ambiente electoral en el que ha ocurrido de todo: transmisión de gran parte hasta el momento de 26 millones 879 mil 40 spots de radio y televisión autorizados para que los candidatos y las autoridades federales emitan su mensaje; asesinato de aspirantes de distintos partidos; acusaciones de corrupción contra algunos candidatos; encuestas con datos creíbles y otros de plano inverosímiles; renuncia de la única mujer que desde la fórmula de candidatura independiente se lanzó en busca de la Presidencia, entre otros.
De este total, casi 23 millones corresponderán a los partidos políticos y candidatos independientes, y el resto, casi 4 millones de mensajes, se distribuirán entre las autoridades electorales: Instituto Nacional Electoral (INE), Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Desde el mes de abril quienes conformamos la audiencia de medios electrónicos (léase radio y televisión) hemos estado sometidos a los promocionales electorales de radio y televisión, a razón de casi 300 mil mensajes propagandísticos cada día, para que, según la estrategia trazada, los ciudadanos podamos elegir a los candidatos o partidos de nuestra preferencia.
Estamos en condiciones de sufragar este 1 de julio más de 89 millones de personas en las que han sido consideradas las elecciones más grandes y complejas del país, pues contienden candidatos en busca de la presidencia, el Senado, la Cámara de Diputados, algunas gubernaturas, alcaldías y diputaciones locales.
A estas podrán acudir 89 millones de mexicanos registrados en el padrón electoral –9 millones más que hace 6 años– para votar por sus candidatos a 3 mil 406 cargos de elección popular, o sea 2 mil más que en la pasada elección federal–, sin contar regidores y síndicos municipales.
La organización de estas elecciones atiende atiende los niveles federal y locales en 30 estados (con excepción de Baja California y Nayarit, que signifi carán la instalación de 156 mil casillas en todo el país.
El proceso pone en juego 80 por ciento de la composición política del país, que incluye votaciones para Presidente, 500 diputados, 128 senadores, 9 gubernaturas, legisladores de 27 congresos locales y 1 mil 596 ayuntamientos. Son en total 629 cargos federales y 2 mil 777 locales.
Además, por primera vez en la historia aparecerá en las boletas el nombre del único candidato independiente a la Presidencia, Jame Rodríguez Calderón, El bronco, quien en las últimas semanas se ha desdibujado del panorama electoral.
En esta elección, los mexicanos en el extranjero podrán votar por Presidente y senadores y emitir voto en elecciones locales si nacieron en Chiapas, Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla y Yucatán.
En todas estas entidades habrá elección de gobernador, así como en Tabasco y Veracruz. De los gobiernos locales en juego, el PRI gobierna en dos (Yucatán y Jalisco) el PRD en dos (Ciudad de México y Morelos), el PAN en dos (Guanajuato y Puebla) y el PVEM en una (Chiapas).
Los candidatos locales disputarán además hasta las 18:00972 diputaciones estatales en 27 congresos locales. En la mayoría domina el PRI, que en todo el país ocupa 33.2 por ciento del total de las curules locales, seguido por el PAN con 25 por ciento, el PRD con 12.8 por ciento, el PVEM con 7.1 por ciento y Morena con 6.8 por ciento. Luego vienen Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza con 3.3 por ciento, PT con 2.2 por ciento, legisladores independientes 1.5 por ciento, legisladores sin partido 0.6 por ciento y PES 0.2 por ciento.
Lo que decidamos ese día los mexicanos será definitivo y modificará el mapa político nacional. Así que hay que estar atentos y concentrarnos en lo que cada uno pretende que suceda.
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