Diversas situaciones podrían ocasionar algún desorden o alteración durante el día de las votaciones que se llevarán a cabo el 1 de julio de este año, como resultado del proceso electoral que se  desarrolla en México desde 2017 y el actual 2918, entre las que destacan el abstencionismo, la inseguridad, y la comisión de un serie de delitos electorales que en México se presentan  el día en que se sufraga.

Según Roberto Manero, joven analista con estudios de licenciatura en Política y Gestión Social por la Universidad Autónoma Metropolitana- Unidad Xochimilco, “el abstencionismo siempre llama la atención en épocas de proceso electoral en México. El voto, además de ser un método eficaz y democrático para la elección de los funcionarios públicos que representarán a la ciudadanía, es también una herramienta para la medición de la legitimidad de la que gozará cualquier persona que resulte electa, de este modo, el abstencionismo también es parte clave dentro de un proceso electoral”.

El autor cita lo siguiente como causas que pueden fomentar el abstencionismo: factores sociodemográficos relacionados con sexo, edad, nivel de educación y nivel de ingresos, así como  de educación, nivel de ingresos, entre otras.

También encuentra factores psicológicos como la apatía o indiferencia, la desideologización y el desinterés por asuntos políticos, la inutilidad de ir a votar o la relatividad de las elecciones podrían ser factores que favorezcan al abstencionismo.

Este punto se relaciona estrechamente con el siguiente factores políticos: el dominio de los partidos políticos, la desvinculación de éstos con la vida comunitaria, la inexistencia de transparencia, pero sobre todo la ampliación de la brecha entre gobernante y gobernados, que considera  causa típica de un alto abstencionismo

A lo anterior se suma el desprestigio en el que se encuentran los partidos políticos, y la presencia de la generación de los millenials, la que según algunas voces   podría inclinar la balanza electoral hacia un  punto inesperado o podrían elevar el número de abstencionistas.

Sí bien en las elecciones pasadas la participación nacional fue en promedio de 65.44 por ciento, y en consecuencia el de abstencionismo de alrededor de 34.56 por ciento, habría que ver cómo este año influyen en incrementar la tendencia a no votar  la violencia desatada principalmente en Estado de México, Guerrero, Morelos, Tamaulipas y Michoacán, entidades que destacan por su alto índice violencia.

Según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A.C. (CCSPJP) Oaxaca es el municipio más violento, no obstante, el presidente del CCSPJP, José Antonio Ortega, mencionó que la violencia del país se concentra principalmente en la zona conurbada con el D.F. del Estado de México.

Sabiendo como los capos de diversos grupos criminales tienden a utilizar la intimidación para inhibir el voto o dirigirlo a su conveniencia, no es de extrañar que al menos en las  entidades señaladas muchas familias prefieran no salir a sufragar con tal de no enfrentarse con intimidaciones o hechos violentos.

Otro factor que tiene peso a la hora de decidir ir a votar o no, son las guerras sucias que tienden a desprestigiar a las y los candidatos, a lanzar ataques a los opositores y  en insistir en eliminar al contendiente político a base de señalamientos negativos.

Todavía faltan 12 días para las elecciones y aún hay tiempo para tomar la mejor decisión que es la de salir a votar este domingo 1 de julio.

 

✉ Georginaobregon433@gmail.com 

Twitter: @Georobregon