Tras el segundo éxito del TRI en Rusia, vestir una playera de la Selección Mexicana se volvió obligado entre los jóvenes, adolescentes y niños, e incluso, personas de mediana edad, y en jauja para quienes venden estas prendas.
Durante el fin de semana la oferta de playeras “oficiales” de la selección nacional se multiplicó entre tiendas especializadas en equipos y uniformes deportivos, en donde una playera “auténtica” alcanzó precios de entre 450 y 900 pesos, en tallas infantiles y para adultos.
Tiendas departamentales y de autoservicio también sacaron a la venta estas playeras, además de gorras, shorts y calcetas deportivas, en donde las playeras se vendieron con precios muy variados, según la talla, con un precio promedio de 450 pesos.
Quienes con poco dinero quisieron sumarse al tributo a los mexicanos en Rusa, tras los éxitos en los encuentros contra Alemania y Corea, encontraron en las inmediaciones de la Central de Abastos y en el tianguis de La Barata, “imitaciones” con precios de entre 70 pesos, las tallas más pequeñas, hasta 240 pesos las tallas extras.
Se multiplicó también la venta de banderas nacionales, con precios sumamente variados y dependiendo del tamaño y calidad de las mismas; las de mayor demanda, se conoció, fueron las de 90 centímetros de largo por 50 centímetros de ancho y un precio de 120 pesos.
Muchos fueron más discretos en su euforia futbolística pero se sumaron a la misma con discretos banderines, par de balones tricolores o minúsculas playeras del TRI, para colocar en los espejos retrovisores.
No faltó tampoco la oferta de pins elaborados con cuentas verdes, rojas y blancas, de sombreros tricolores y hasta chalinas con los colores oficiales.
En restaurantes, menús especiales
Los restaurantes también idearon “menús mundialistas”, en donde la salsa roja, la cátsup, las rebanadas de jitomate o betabel, la crema y mayonesa, así como la salsa y verduras verdes, fueron las estrellas.
En los supermercados se ofrecieron este sábado y domingo pasteles y gelatinas de todos tamaños, con emblemas también de la selección nacional, así como frutos como fresas, jícama o kowis.
En las calles se vendieron además los helados mundialistas, compuestos por una bola de helado de limón verde, una de coco y una de fresa, o paletas con tres sabores, de limón verde, pera y jamaica.