La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) impartió un taller a personal del sector salud de Hidalgo, integrante de hospitales, clínicas y laboratorios públicos y privados, así como del Hospital General de Pachuca, sobre el adecuando manejo de Residuos Peligrosos Biológico Infecciosos (RPBI).
La Profepa indicó que la capacitación de las personas involucradas en el manejo de los Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos en el sector salud ayudará a crear conciencia sobre el cumplimiento de la legislación ambiental, y de este modo, evitar posibles procedimientos administrativos por algún inadecuado manejo de residuos y así mejorar el uso de los recursos para la salud.
En este curso realizado en coordinación con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Hidalgo (Copriseh), se dotó de herramientas a los participantes para que conozcan la correcta forma de manipulación de los RPBI, con el propósito de eliminar los riesgos para el personal involucrado, tener un medio ambiente más saludable y libre de riesgos para la población en general.
La procuraduría ambiental manifestó que el manejo y disposición de Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos está regulado por la NOM-087-SEMARNAT-SSA1-2002, normatividad que establece las atribuciones de cada entidad involucrada en su deposición.
En el caso de la Copriseh, esta instancia establece la identificación, separación y envasado de estos residuos, mientras que la Profepa tiene entre sus atribuciones, la verificación, almacenamiento, recolección y transporte, así como el tratamiento e incineración final.
El taller de capacitación se impartió a 115 personas y tuvo el objetivo de que las instituciones del sector salud, ya sean públicas como privadas, tengan la posibilidad de llevar a cabo un manejo integral de los residuos biológicos infecciosos, para evitar así cualquier tipo de contaminación por estos productos.
En el mismo taller se les proporcionó información sobre los beneficios del Programa Nacional de Auditoría Ambiental (PNAA), cuya principal característica es el ingreso voluntario de las empresas y entidades en procesos de verificación ambiental, lo cual se traduce en beneficios económicos para las empresas y las dependencias, al aumentar su competitividad mediante el uso de buenas prácticas ambientales.