El Seguro Social manifestó la necesidad de incluir socialmente a las personas que padecen sordoceguera, ya que este padecimiento puede presentarse en cualquier etapa de desarrollo del ser humano, principalmente en personas de la tercera edad.
El IMSS explicó que la sordoceguera resulta de la pérdida parcial o total del sentido de la vista y del oído. Cuando ésta es de nacimiento, puede presentarse en cualquier etapa de desarrollo del feto; y cuando es adquirida, se presenta en cualquier etapa del desarrollo humano, pero la mayor incidencia se da entre los adultos mayores.
Se identifican 4 tipos en función de su aparición, pues existe la sordoceguera congénita o adquirida, o bien, la ceguera congénita con sordera adquirida y viceversa.
Las causas que originan este padecimiento se dividen en 2 grandes grupos: el primero, constituido por quienes la adquirieron de forma congénita, llamada así cuando se presenta antes de la etapa prelingual. Los principales motivos de esta modalidad son las enfermedades virales maternas como la sífilis, rubeola o nacimientos prematuros.
En cuanto a la segunda, que es la adquirida, se origina principalmente por el síndrome de Usher, problemas asociados a la edad, o enfermedades que afectan el oído o la vista.
La calidad de vida de la persona con capacidades diferentes se puede ver disminuida por esta enfermedad, principalmente en el desarrollo de la comunicación y el lenguaje, orientación, movilidad y en su autonomía, afectando sus habilidades para relacionarse con otros.
No obstante, la atención y educación especializada correcta podrá desarrollar adecuadamente en estas personas las cualidades necesarias para disfrutar de una vida plena.
El IMSS detalló que el tratamiento para la sordoceguera debe ser individual, evaluando el grado de ceguera y sordera detectado en el paciente para aplicar diversas estrategias de ayuda, como colocar lentes correctivos e implantes cocleares, ayudando a mejorar el aprendizaje del individuo.
Ante la disminución de estos dos sentidos, por lo regular el sentido del tacto y el gusto se incrementan, siendo el primero el principal medio de comunicación, por lo que aprender el lenguaje táctil, por ejemplo, ayudará a facilitar la vida de la persona con sordoceguera, sin embargo, también pueden aprender otros lenguajes y utilizarlos dependiendo del grado alto medio o bajo, de sordera y ceguera que presenten.
Los familiares de estos pacientes enfrentan retos en conjunto, sin embargo, deben buscar alternativas, actividades y opciones que permitan a estas personas ser incluidas socialmente, así como acercarse a su Unidad de Medicina Familiar para cualquier orientación médica y conocer formas de cuidados especializados.