La fiebre mundialista revivió este domingo entre los fanáticos del balompié con el partido final entre Croacia y Francia, aunque sin el entusiasmo generalizado que se diera durante los encuentros de la Selección Mexicana en Rusia 2018, lo que se reflejó en la industria de restaurantes en el estado, que reportan alzas en ventas de entre 5 y 10%.

Los restauranteros de Pachuca se prepararon para el partido de finales de la copa mundial, que inició a las 10:00 horas, ofreciendo almuerzos  y bebidas para todos los gustos; sin embargo se esperaba, desde muy temprano, una afluencia menor que la registrada durante los partidos en los que participaron los mexicanos, cuando ésta creció en promedio 30%.

Alán Vera, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), afirmó que tomará tiempo el levantar un censo sobre afluencia de comensales durante el partido final; sin embargo adelantó que en Pachuca, los restauranteros reportaron alzas en ventas de apenas 5% en general, y 10% en los llamados “desayunadores”.

Hay mucha pasión por el futbol y ya en el partido final esperamos una buena afluencia, aunque indiscutiblemente no tan alta como la registrada en los encuentros en los que México participó”, dijo el empresario antes de iniciar el último partido.

 

Pachuqueños, pendientes de la final

Este placer de ver el partido final entre dos titanes invictos volvió a originar que televisores antiguos y planos se sintonizaran nuevamente en la transmisión desde Rusia, tanto en tianguis como mercados, en los supermercados y en el comercio en general.

El partido fue seguido muy de cerca por las familias que realizaron las labores dominicales cotidianas, como salir a almorzar barbacoa, carnitas; en sus compras en mercados y la Central de Abastos, o disfrutando de un “taco placero” en casa.

Sin embargo se extrañó la pasión demostrada por fanáticos, aficionados y hasta quienes no gustan especialmente de este deporte, en el encuentro, por ejemplo, de México contra Alemania.

En restaurantes de cadenas locales como Mirage, en famosos sitios en donde se consume barbacoa, como los ubicados en Venta Prieta, no se observó la misma asistencia que se tuviera en el encuentro de México contra Corea del Sur.

Al caminar por las calles o en las unidades habitacionales no se alcanzaban a escuchar los gritos de júbilo o decepción que sí se escucharon en los encuentros del TRI.

Un recorrido por algunas tiendas de autoservicio permitió observar que consumidores echaban miradas de reojo a las grandes pantallas planas que transmitían el partido, deteniéndose sólo para observar cuando los gritos y entusiasmo de los narradores capturaban su atención.

Sin México, la Copa Mundial de Rusia 2018 ya no fue lo mismo.