Ubicados a menos de 200 kilómetros de su lugar de origen, con tarifas promedio de 80 pesos por persona, abundantes aguas termales, zonas arboleadas y rica gastronomía, los parques acuáticos y balnearios de Hidalgo se congestionan desde el viernes y hasta caer la tarde del domingo, por quienes buscan escapar del intenso calor y contaminación del aire en la Ciudad de México.
Proceden de la capital del país al menos el 70% de los visitantes y turistas que se dan cita en estos días en los centros acuáticos de Hidalgo, informaron prestadores de servicios turísticos del Te-Pathé, en Ixmiquilpan, y de Amajac, en Atotonilco el Grande.
“Los niños ya llegan en traje de baño, listos para meterse al agua de inmediato”, asegura Jesús María, quien comercializa alimentos en el exterior del Te-Pathé, “el balneario con la alberca de olas más grande de México”, añade.
Las áreas de estacionamiento para autobuses, para autos y motocicletas resultan en estas semanas insuficientes para albergar a tanto vehículo, lo que obliga a estacionarlos a un costado de los accesos e incluso, de la carretera, en Ixmiquilpan.
En la esa zona, reporta la Secretaría de Turismo (Sectur-Hidalgo), la ocupación en hospedaje es total, en fin de semana, mientras que las áreas recreativas y las albercas registran una afluencia de un 90% de la capacidad instalada.
En el mercado municipal de Ixmiquilpan, los visitantes forman largas filas para abastecerse de pollos rostizados, ensalada de nopales, chicharrón, tortillas de maíz, agua purificada y refrescos, para comer dentro de los balnearios, mientras que las “fonditas” y puestos de antojitos apenas se da abasto para surtir los pedidos.
Congestionado se reporta también el parque acuático Amajac, en donde en estos días resulta poco menos que imposible obtener una reservación de hospedaje, lo que obliga a muchas familias a buscar hoteles en las inmediaciones para una permanencia promedio de dos días y una noche.
La Dirección de Turismo municipal de Atotonilco El Grande hace notar que la realización de eventos como festivales y expo-ventas, además del servicio de visitas guiadas a sitios de interés turístico, como el exconvento de San Agustín, propician que la visita a los balnearios generen una derrama económica que beneficia a los poblados cercanos a los centros acuáticos.