La violencia contra cualquier persona, principalmente hacia las mujeres, es indignante, pero cuando se da por parte de un representante social es doblemente indignante, aseguró la titular de la Organización de Mujeres Priistas ONMPRI del estado, Yareli Melo Rodríguez.

Al emitir su opinión respecto a la agresión del dirigente estatal del Partido del Trabajo, Arturo Aparicio Barrios contra su ex pareja, Flor Hernández Ibarra, señaló que en sí la violencia contra hombres o mujeres es algo reprobable, pero lo es aún más desde el momento en que la violencia proviene de un representante popular, por lo que se suma al rechazo y la petición de que se sancione con el rigor de la ley.

Es indignante la violencia en cualquiera de sus formas y expresiones, pero viniendo de un representante social indigna doblemente, y bajo ninguna circunstancia debemos ceder un solo ápice en ese terreno, porque creo que todas las mujeres y hombres merecemos respeto por el hecho de ser personas y seres humanos y creo que en este sentido y caso se debe de aplicar todo el peso de la ley porque es reprochable al mil por ciento esta conducta”.

Melo Rodríguez, quien afirmó que tanto en su partido como la expresión de mujeres que representa al interior del mismo, es importante la defensa de los derechos políticos y humanos de las mujeres, este tipo de acciones además de ser reprobables deben ser erradicadas principalmente por quienes deben ser los principales impulsores de la defensa de las garantías de este sector de la población.

Y mucho más viniendo de alguien que debería defender los derechos de las mujeres, porque en política participamos las mujeres y sí ese trato es el que algunos actores tienen al interior, entonces no me quiero imaginar lo que pasa al exterior en ese partido donde se ha destacado por estar en contra de lo que tienen y deben  de defender para dar certeza de apertura a las mujeres”.

Por último, la dirigente en el estado del ONMPRI, aseguró que por ello en su instituto político se trabaja sin descanso y todos los días para evitar y erradicar ese tipo de prácticas de violencia, tanto al interior como al exterior, para que todas las mujeres que participan en el Partido Revolucionario Institucional, se sientan protegidas, seguras y respaldadas por su instituto político.