André Maurois prestigioso literato francés plasmó en su obra el arte de vivir: “Es saludable, en una obra vasta y compleja, componer primero las partes fáciles”. No siempre se puede aplicar las recetas al pie de la letra, porque en la Administración Pública o en la tarea de gobernar no siempre se puede iniciar con la más fáciles, sino las que más apremia o de mayor urgencia para resolver. La tarea de conducir un país es trabajo inmenso e intenso y muy complejo por las diversas clases sociales que conforma la sociedad. En ella, confluyen diversos grupos económicos, políticos e ideológicos, cada cual con sus propios intereses.
Andrés Manuel López Obrador, en su función de presidente, se ha dado la tarea de adelantar la solución de algunos temas de la agenda nacional, entre estos pendientes se encuentra la continuidad o suspensión de los trabajos del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM). Compromiso nada fácil de dar solución, espinoso porque en campaña del ahora presidente se opuso a la construcción del aeródromo en Texcoco. Para cumplir con el servicio de transportación sugirió la ampliación de carriles de aterrizaje en la base militar de Santa Lucía, Zumpango Estado de México.
Informes entregados por su equipo técnico para tal obra explican los inconvenientes, la suspensión de la obra ya iniciada es de 100, 000 millones de pesos. Construir pistas en Santa Lucía costará 70,000 mdp. de pesos. En tanto que, Javier Jiménez Espriú, próximo Secretario de Comunicaciones y Transporte, ha dicho que la construcción de NAIM aumentó de 169,000 a 300,000 millones de pesos por el retraso de cuatro años. En supuesto “caso de continuar la construcción en Texcoco no cancela la posibilidad de concesionar parcial o totalmente la obra”. Por si faltara recursos públicos para solventar la obra. Además, revisar los contratos para ejercer y concesionarlo total o parciamente.
Ante esta pesada lapida que lleva acuestas el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha adelantado a medios de comunicación que someterá a consulta popular las tres propuestas. Procedimiento que se llevará unos meses más, si se apega a la Ley Federal de Consulta Popular publicada el 14 de marzo de 2014. Es para temas controvertibles.
El documento ¿Cómo funciona la consulta popular en México? fue elaborado por Héctor Molina y publicado en el diario El economista fechado 05 de agosto de 2018. En el primer apartado marca. “En dicha normativa se precisa que un tema pueda ser puesta a consulta para ser aprobado primera por la mayoría de los miembros del legislativo federal, en caso de que la consulta sea puesta por el presidente”. La consulta es planteada por el presidente, la pregunta es ¿con que legislatura aprobará la iniciativa?, ¿la actual? o ¿la que gobernará los primeros tres años? ¿ se desperdiciará los 60,000 millones de pesos invertidos en el avance del 30 por ciento de avanzado?
En otro apartado del mismo pliego dice. “En este sentido, en caso de que se ponga a consulta algún tema de los ha propuesto el virtual presidente de México, la población votaría por él en las elecciones intermedias de 2021”. Entonces este apartado no se aplicará como señala el documento, porque se planea poner mesas para fines de octubre para que los ciudadanos aporten su opinión a través de su voto.
La consulta es recurso político para contar con la aprobación de la mayoría, más no siempre es confiable, en principio, porque la colectividad desconoce las conveniencias técnicas de dicha obra. Mas el papel de los medios de comunicación en este nuevo sexenio deberán informar para que la población se encuentre inmersa en las diferentes propuestas como ésta, en la que se solicitará su participación activa en el devenir de la vida política, económica, cultural y social.
Ello, de alguna manera, constituirían los primeros pasos que nos llevarían de una democracia representativa a una democracia participativa. Donde el resultado de las decisiones populares en temas trascendentes como el aborto, el matrimonio de personas del mismo sexo, la construiccón del mismo NAIM serían vinculatorias para el legislativo.
Volviendo a las consejas de quienes supieron las conveniencias de la vida y de actuación de gobiernos. El famoso André Maurois externó: “No siempre es la multitud la poseedora de la verdad absoluta”. A veces, eligen por simpatía más no por el razonamiento de lo que conviene al país.