La tarde de este jueves, locatarios del mercado de Pachuquilla, inconformes con la remodelación del mercado, se confrontaron con las autoridades municipales de Mineral de la Reforma para exigir una explicación de la restructuración interna que tendrán los locales así como la reducción de cada uno.

Cerca de las cuatro de la tarde, el Secretario General del municipio, Pedro Celestino; el director de Comercio y Abasto, Jesús Tovar Ledezma y diferentes autoridades municipales, acudieron al mercado junto con un notario público para entregar el documento de la distribución de locales; sin embargo, un grupo de comerciantes protestó por la falta de transparencia y la reducción de espacios que tiene esta remodelación.

Tovar Ledezma indicó que desde el pasado 27 de agosto, la constructora debió iniciar con la intervención; sin embargo, 17 de los 28 locatarios están inconformes y no han desocupado el inmueble, por lo que este jueves acudieron junto con un notario público para solicitar el desalojo al espacio acondicionado a un costado.

Erasmo Guerrero González, líder de los comerciantes, señaló que no se saldrán del mercado hasta que no quede constancia de que regresarán a sus mismos espacios y con las mismas medias, pues aseguró, pretenden quitarles los 16 metros cuadrados que ahora tienen por unos lugares de nueve metros.

Estamos en plena convicción de aceptar la remodelación, pero no dan garantía de que regresaremos a nuestros lugares y cuál será la ubicación”, acusó el líder de los locatarios, no obstante, el director de Comercio y Abasto reiteró que cada uno fue atendido de manera individual para presentarles el proyecto; sin embargo, ellos nunca acudieron a las citas programadas.

Tovar Ledezma sentenció que el municipio “ya no está en tiempo de tolerancia”, pues la empresa debió iniciar actividades este 27 de agosto, por lo que podrían iniciar los trabajos aun cuando ellos permanezcan dentro, esperando que en el transcurso opten por retirarse al  espacio provisional.

Agregó que al carnicero se le rentó un local por cuatro meses, tiempo que se estima dure la remodelación, para contar con las condiciones de salubridad requeridas y se espera poder hacer lo mismo con el negocio de la tortillería.