Descarta la coordinadora del grupo legislativo del PRI en el Congreso del Estado, María Luisa Pérez Perusquía, que se pueda solicitar la intervención de los demás poderes del estado para resolver el problema que se vive en el poder legislativo por el nombramiento del o la titular de la junta de gobierno de la sexagésima cuarta legislatura local.
La legisladora plurinominal añadió que, por ser uno de los tres poderes del estado goza de soberanía y autonomía absolutas, además de que son la voz y representan a la ciudadanía en el estado, por lo cual el conflicto que se vive actualmente en el poder legislativo tiene que ser resuelto de forma interna, además de afirmar que se debe tener la madurez para salir de este problema.
“Lo que ocurre al interior del congreso es problema de él, y los que lo integramos y representamos somos una soberanía, somos un poder y representamos a la población desde este poder, y el conflicto que tenemos es interno y debeos tener la madurez suficiente para poder salir delante de este embrollo”.
En ese sentido, manifestó que es seguro que el gobernador del estado en estos momentos hace votos para que el Congreso trabaje con regularidad, además de que no se le puede pedir su intervención para resolver un problema que le atañe de manera exclusiva al poder legislativo, el cual aseguró que no se ha podido conformar del todo ante la diferencia de opiniones.
“Es por eso que hemos hecho por parte de nuestra bancada un exhorto respetuoso al presidente de la mesa directiva, para que asuma su responsabilidad que es la que nosotros como legisladores locales le conferimos y que ahora vemos que no cumple al haber ampliado el receso hasta la tarde de este martes en que aparentemente ya se tendrá que definir respecto al problema de la presidencia de la junta de gobierno”.
Para finalizar, aseguró que de continuar con esa postura, a los diputados que forman parte de la sexagésima cuarta legislatura local, no les va alcanzar el tiempo para poder cumplir con su responsabilidad, por lo que reiteró el llamado a ser serios en sus actividades al frente del Congreso de Estado.