La tasa de víctimas de delito se redujo en el estado de Hidalgo en 5 por ciento en un año, al pasar de 20 mil 27 denuncias presentadas en 2016, a 19 mil 28 de ellas en 2017, informó el Inegi.
Un índice que contrasta con la tasa nacional, la que en ese tiempo creció en 3.3 por ciento, al pasar de 28 mil 788 a 29 mil 746 víctimas con cada 100 mil habitantes en promedio, en el país.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), difundió este martes los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) 2018.
Resultados que detallan que Hidalgo se ubicó dentro de las 16 entidades federativas en las que el delito se redujo, con variables que van de 2 por ciento, en el Estado de México, hasta el 16.5 por ciento que bajó en Colima.
En otros estados de la república, sin embargo, la delincuencia creció en esos doce meses, desde 0.04 por ciento, en Jalisco, hasta 30.3 por ciento, en Zacatecas.
33.6 millones de delitos en 2017, en el país.
Reporta esta encuesta en el país se registraron un total de 33.6 millones de delitos denunciados en 2017.
Esto significó que al menos 12.4 millones de hogares, equivalentes al 35.6 por ciento del total, registraron al menos una víctima de delito entre sus miembros.
En el año de referencia se reporta que la tasa de victimización registró un alza ligera en las mujeres, con 31 mil 419 casos por cada 100 mil habitantes, mientras que la tasa en varones fue de 29 mil 746 por cada 100 mil.
La percepción de inseguridad entre la población alcanzó una medida de 76.3 por ciento entre los hombres 82.1 por ciento entre las mujeres.
El costo nacional estimado de la inseguridad en el país fue calculado, finalmente, en 299 mil 600 millones de pesos, equivalentes al 1.65 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
Cabe señalar que las encuestas de victimización, como es el caso de la ENVIPE 2018, captan únicamente delitos que afectaron de manera directa a las víctimas y que ocurrieron durante 2017 a hogares y a personas de 18 años y más
Pese a su enorme valor, estas encuestas no miden delitos en los que no hay una víctima directa o donde la víctima no es una persona (delitos sin víctima identificable), tales como el lavado de dinero, el tráfico de drogas, de armas o de personas, entre otros.
