La Coparmex Hidalgo respaldó la decisión del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, de invertir 175 mil millones de pesos para fortalecer al sector energético nacional, pero pidió que estas inversiones sean analizadas y canalizadas con detenimiento, buscando el aprovechamiento óptimo de los recursos, preponderando la productividad en las mismas.
Se tiene ya la experiencia de inversiones históricamente altas en ambos sectores, “que no se tradujeron en productividad”, y la falta de la misma se traduce en altas tarifas y precios que pagan todos los mexicanos.
Ricardo Rivera Barquín, presidente del organismo, afirmó lo anterior después de lamentar que pérdidas en lo que va del año, de 39 mil millones en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y de 50 mil millones de pesos en Pemex, no pueden seguir siendo subsanadas con alzas en las tarifas que ponen en riesgo la productividad y competitividad de las empresas.
Si bien estas pérdidas de las dos grandes empresas energéticas en el país tienen mucho que ver con factores exteriores, como los precios internacionales del crudo, mucho influyen también acciones fraudulentas, errores de cálculo, falta de inversiones, entre muchos más.
Afortunadamente desde 2013 se acabaron los monopolios de la CFE y Pemex, y la Reforma Energética permitió la participación de empresas en estos dos sectores tan importantes, dijo, y se mostró confiado en el interés que despierta dicha reforma en los inversionistas y la inversión privada pueda ser una importante aliada en la industria energética.
Sin embargo para hacer atractiva la inversión privada resulta indispensable terminar con las corruptelas que caracterizan a ambas empresas, “recientemente se han producido grandes escándalos al respecto”, además de que el Instituto Nacional de Competitividad ha calificado a la CFE con un primer lugar en el índice de corrupción. Ello, abundó, debido a la falta de competencia, transparencia y anomalías en sus contratos”.
Rivera Barquín subrayó que “los mexicanos queremos que Pemex y la CFE se conviertan en empresas realmente competitivas y libres de corrupción y que aprovechen las posibles alianzas con la iniciativa privada”.
Como mexicanos, los empresarios demandan que la productividad en Pemex y la CFE se conviertan en tarifas y precios también competitivos.