Tulancingo.- El arzobispo de la Arquidiócesis de Tulancingo Mons. Domingo Díaz Martínez, pidió la paz y el respeto a la integridad del ser humano, esto tras los hechos de linchamientos registrados en el municipio de Metepec y en la comunidad de Santa María Asunción, del municipio de Tulancingo, durante los últimos días.
“La violencia no se acaba con más violencia, todo puede llevarse mejor con el aporte que la Iglesia brinda a la sociedad a través de la evangelización”, subrayó ante 100 agentes de pastoral durante su octava visita pastoral del año en el municipio de Metepec, ahora con sede en la puerta de la sierra Otomí-‐Tepehua.
El arzobispo de Tulancingo reprobó los hechos lamentables que han cobrado la vida de diferentes personas en Hidalgo y en los estados vecinos como Puebla, donde la gente ha hecho justicia por su propia mano.
“Nadie tiene permiso de quitarle la vida a otro, por mucho mal que haga. Nadie tiene derecho de quitar la vida a alguien más, por mucha ambición que tenga o necesidad, o por muy indefensa que sea la otra persona”, enfatizó.
Además, fue claro al decir que si bien el pueblo ha perdido la paciencia ante la corrupción y falta de justicia “no debe irse al extremo”, más bien debe exigir a las autoridades una mejor seguridad por el bien de unos y otros.
Como parte de su agenda, Mons. Domingo Díaz Martínez también visitó el Hospital Rural No. 23 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), para bendecir sus instalaciones, agradecer a los trabajadores su servicio en atención a enfermos y brindar esperanza a quienes se encuentran hospitalizados.
Alrededor de 150 personas lo recibieron en la parroquia de El Señor de Metepec para iniciar la octava visita pastoral del año en la diócesis, después de la llevada a cabo en Huauchinango (Puebla) el mes pasado y previo a la que concluirá en Huitzila (Tizayuca), en noviembre próximo.
En voz del Pbro. Leovigildo Mérida Yáñez, fue presentado el Consejo Parroquial de Pastoral y el mapa para ubicar las 33 comunidades que integran a la parroquia, de entre estas seis pertenecientes a Tulancingo (Hidalgo), tres a Tenango de Doria (Hidalgo) y una a Honey (Puebla).
“Ojalá que con esta visita logremos uno de nuestros fines como Iglesia, que es el evangelizar; venimos a motivarlos, a reavivar nuestra fe”, remarcó en su saludo el obispo a los asistentes recibidos en el templo principal del municipio.