¡A reventar! Así estuvo Real del Monte este fin de semana, con motivo de la décima edición del Festival Internacional del Paste, que atrajo a por lo menos unos 80 mil turistas y visitantes, según cálculos de prestadores de servicios en ese Pueblo Mágico.
Las actividades del festival iniciaron desde el viernes anterior, por la tarde, al ser inaugurado en festival, el cual contó con la asistencia de un grupo de ingleses de la Redruth Old Cornwall Society, encabezados por la presidenta de la sociedad, Vanesa Moyle, y de la secretaria, Debora Riib, también alcaldesa de Redruth.
Cabe recordar que de la provincia de Cornwall llegaron a Real del Monte, en 1826, los llamados “Caballeros aventureros”, con la intención de desaguar las minas y explotarlas.
Correspondió en esta ocasión al director general de Innovación Turística, Pablo Lemus Zavala, inaugurar el festival.
Lemus Zavalla reconoció a este como uno de de los festivales más importantes del estado que atraen la atención de visitantes nacionales y extranjeros.
A su vez el alcalde realmontense, Jaime Soto Jarillo, afirmó que este festival ha crecido por el entusiasmo de los prestadores de servicios turísticos del poblado, que lo preparan a lo largo del año.
Isaac Palafox, presidente del Consejo Regulador del Patrimonio Cultural del Paste, destacó a su vez que sus miembros mantienen estrechas relaciones con los habitantes de Redruth y de Cornwall en general. Una vez al año, pasteros de Real del Monte viajan a Inglaterra para asistir al festival del paste que ahora realizan también los ingleses.
Participan en el festival más de 30 establecimientos que producen y comercializan pastes en Real del Monte y Pachuca, que tienen gran tradición familiar en este sector.
Real del Monte, saturado
Una rápida visita a este poblado permitió observar que se encontró saturado el fin de semana, por pachuqueños que se sintieron atraídos por el festival y por los turistas y visitantes de la Ciudad de México, el Estado de México, Puebla, Tlaxcala, Querétaro y San Luis Potosí, principalmente, que hacen de Real del Monte uno de los Pueblos Mágicos más concurridos en el país.
Sus áreas de estacionamiento estuvieron llenas desde temprana hora, e intentar ingresar por el acceso principal fue una odisea, por el número tan elevado de automovilistas.
Las calles del poblado lucieron saturadas también, mientras que largas filas se formaron en la parada de los Turobus.
En algunos establecimientos de pastes, saturados todos, se ofrecieron además algunos pequeños pastes o bizcochos en obsequio a su nutrida clientela.