Por sí sola, la palabra linchamiento puede sonar solamente como un acto de justicia por mano propia como los que lamentablemente se han presentado en la entidad en las últimas semanas, pero la palabra se aplica también en actitudes mediáticas contra una o más personas para hacerlas a un lado políticamente y de esos casos siempre se han dado muchos contra personajes que por medio de trabajo o de manera fortuita logran cargos de elección popular desde donde también se deshacen de quienes les representan posible competencia.
Sin estar a favor de nadie ni con el afán de defender sino solamente de poner un ejemplo de algo a lo que todos estamos expuestos, en estos momentos uno de los casos más significativos es el que se da con lo sucedido en Ixmiquilpan, donde después de protagonizar un accidente el diputado federal Cipriano Charrez, lo que a decir de algunos politólogos se vio un linchamiento mediático en algo que corresponde a las autoridades resolver.
Sociólogos, aseguran que en ocasiones el resultado de este tipo de linchamientos, al final convierten en víctima al victimario, además de que estas condiciones son aprovechadas incluso para sacar a relucir casos de algunos otros personajes principalmente de la política que en su momento tuvieron la oportunidad de tener “amigos”, en diferentes cargos o grupo político y salir bien librados para evitar no solamente el señalamiento público y escándalo sino también la acción de la justicia.
Sin embargo los tiempos políticos han cambiado y de acuerdo con politólogos, estas son las mejores oportunidades para exhibir y hacer quedar más a los contrincantes políticos contra los cuales no se escatiman recursos para hacer creer a la población que son lo peor de lo peor para sacarlos de jugadas políticas en el corto y mediano plazo, con el riesgo también de que la situación pueda revertirse, además de que de alguna manera se obstaculiza la acción de la justicia, esa justicia que se asegura pueden usar en caso de que los que señalan o sus familiares se vean envueltos en una situación similar.
Lo peor de todo, es precisamente que en el afán de hacer quedar mal a quien tuvo la mala fortuna de quedar involucrado en un incidente que afectó a terceras personas, son los familiares de las víctimas quienes sufren las consecuencias, al quedar atadas de manos las autoridades solamente tienen que esperar a que la situación deje de politizarse para comenzar actuar ya que de lo contrario puede sacar la peor parte al intentar resolver conforme a derecho.
Al mismo tiempo los acusados aprovechan la oportunidad para tratar de salir lo mejor librados posible y con posibilidades de que al final ´puedan actuar con mayor ferocidad contra quienes le acusaron y de paso quedar impunes los actos voluntarios o involuntarios en que se relacionaron y que los llevaron a escándalos de dimensiones que solamente un enemigo podría tomar en su contra.
Lo malo también, es que para esos momentos como en los actuales, la víctima es lo de menos, y los familiares deciden por presiones ya sea económicas, sociales o de tipo moral, tratar de dejar todo a un lado sin conseguirlo debido a que para su mala suerte para esos momentos se han convertido en una de las partes que le dejará los mejores dividendos a una de las partes la sea la acusada o la acusadora, por lo que en este reciente caso lo más sensato es esperar a que sean las instancias legales las que se encarguen de todo y exigir a los demás protagonistas que dejen todo a las leyes porque no pueden pensar que están exentos de un caso similar.