Los altos precios de las gasolinas y diésel, sumados a la disparidad en los mismos y a una caída en las ventas, ha originado una fuerte disputa entre los distintos expendedores de combustibles y convertido a los consumidores en cazadores de precios.
Un expendio más, ubicado en la avenida Revolución Mexicana casi esquina con el bulevar Bicentenario, se daba este miércoles a la tarea de colocar también un anuncio luminoso con sus precios, y sustituir al manteado que con pinturas blanca y negra era diariamente actualizado.
“Que vea la gente que tenemos los precios más bajos”, aseguró un empleado de este expendio, en donde la gasolina Magna, la que consumen casi el 90 por ciento de los automovilistas, se vendió en 19.21 pesos el litro.
Y es que las ventas, afirman empleados de gasolineras en Pachuca, se han venido abajo: algunos calculan la caída en 10 por ciento, otros en 20 y algunos hasta en 30 por ciento. “La gente está comprando huachicol”, consideran.
En su afán de “enganchar” a la clientela, las gasolineras realizan sorteos de autos, rifa de aditivos, aceites o refacciones, además de obsequios como vasos herméticos y hasta vales de gasolina.
Pero los consumidores lo que buscan son precios más bajos y que se le despache completo el combustible que paga.
Quienes tienen modernos marcadores de gasolina en sus vehículos observan además que ha aminorado el robo de combustible en las gasolineras, e incluso algunas tienen grandes leyendas que señalan que “aquí se despechan litros completos”, “aquí si damos litros de a litro”, entre otros.
Y es que con los precios actuales, los consumidores observan su marcador de gasolina y que ésta haya sido despachada correctamente, antes de marcharse del expendio.
“Anteriormente por cada 20 litros que cargaba me despachaban 18 y medio”, comenta Raúl González Zepeda, quien carga combustible antes de viajar diariamente a trabajar a la Ciudad de México, “donde la gasolina Magna cuesta un peso más cara”.
Huachicol, a 10 pesos el litro, a domicilio
La venta de huachicol se populariza en Pachuca, en donde, se comenta en voz baja, se vende a 10 pesos el litro si la llevan a domicilio, y a nueve pesos el litro si se acude a un “expendio” clandestino en la colonia La Loma, en Nopancalco o en sitios reservados para gente “de confianza”.
Precios a la vista, exige Profeco
Al respecto, el delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), José Alberto Chávez, informa que este organismo no exige anuncios luminosos a las gasolineras; deben tener, eso sí, los precios en las máquinas despachadoras o en carteles o mantas.
Acepta sin embargo que él, como el resto de los consumidores, “al circular por las calles, por las ciudades, vamos comparando precios, y como es natural, cargamos gasolina en donde venden más bajo”.