Los desarrolladores de vivienda de Hidalgo solicitaron al gobierno del estado una mayor participación en los programas gubernamentales enfocados al ordenamiento urbano en la entidad, dada la importancia de esta industria, la que en 2017 colocó 14 mil 537 viviendas con una inversión global de seis mil 557 millones de pesos.

Ofrecen estos empresarios colaborar con las autoridades para impulsar un  desarrollo urbano armónico, reglamentado, que beneficie a las familias en la entidad, pero piden también reglas más claras y precisas plasmadas en leyes, planes de ordenamiento, reglamentación municipal, para ser más competitivos ante grandes empresas foráneas, que hasta este año construyeron el 30 por ciento de la vivienda en Hidalgo, pero que en 2019 pudieran acaparar el 60 por ciento.

Esto fue planteado por los empresarios, encabezados por el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Desarrolladora de Vivienda (Canadevi), delegación Hidalgo, Guillermo Juárez González, al secretario de Obras Públicas y Ordenamiento Territorial (Sopot), José Ventura Meneses Arrieta, en una reunión sostenida hace unos días.

La realidad de la vivienda en Hidalgo

La vivienda en Hidalgo es principalmente financiada por Infonavit, que en 2017 extendió créditos hipotecarios por un total de cuatro mil 506 millones de pesos, con un monto promedio por crédito de 415 mil 370 pesos.

Los créditos colocados por Infonavit representaron el tres por ciento del total de los créditos autorizados por el instituto en todo el país, y la derrama económica aplicada aquí representó el 2.1 de la derrama crediticia total de la institución. “Cifras que pueden y deben elevarse”, se comentó en la reunión.

Tizayuca, a la cabeza en oferta… pero baja demanda

Con créditos de Infonavit, Fovissste y la banca comercial, se construyeron en Hidalgo el año anterior 14 mil 537 viviendas, con una inversión de seis mil 557.5 millones de pesos.

“Los municipios con mayor colocación de vivienda fueron Tizayuca, con 31.6 por ciento; Mineral de la Reforma, con 22.3; Atotonilco de Tula, con 19.3;  Pachuca, con 5.5 y en el resto del estado se edificó el 9.6 por ciento del total”, se informó.

En Pachuca se cuenta ya con poca tierra para construir vivienda popular, por lo que se promueve el uso de predios baldíos para edificar vivienda vertical –departamentos-, que al estar dentro de las manchas urbanas contarían con todos los servicios.

“Sin embargo la oferta y la demanda de vivienda son contrarios, pues en donde la demanda es mayor, es decir, en Pachuca, la oferta es de las más bajas”, se expuso.

Y dieron cifras al respecto: en Pachuca de Soto se tiene una demanda de 27.9 por ciento; en Tepeji del Río es de 11.1; en Tizayuca, de 7.8 por ciento; en Tulancingo, de 6.2; en Mineral de la Reforma, de 4.4; en Atitalaquia, de 3.7 y en Huichapan, de 1.8 por ciento.

Pachuca, con poca tierra y bajos salarios

Es en Pachuca también en donde a la baja disposición de tierra se suman salarios más bajos, lo que se traduce en menor oportunidad de acceso a viviendas en la capital del estado.

De acuerdo  a la Canadevi, mientras que en Pachuca el 79 por ciento de los trabajadores percibe salarios inferiores a cinco UMAS –Unidad de Medida y Actualización, con la que ahora se calculan los créditos hipotecarios-, en Tepapulco, en contraste, el 58 por ciento de los asalariados percibe por encima de cinco UMAS.

Se tiene entonces que las familias deben mudarse a otros municipios, lejanos a su fuentes de empleo, escuelas, resto de la familia, etcétera, en donde sus ingresos sí les permiten adquirir una casa “pero se ven obligados a gastar 60 pesos  diarios, por lo menos, en transporte público colectivo”, afirmó Juárez González.

Menos regulación, precios más competitivos

En la reunión los desarrolladores plantearon su realidad: de que compran la tierra a que dan la primer paleada para construir pueden pasar tres años debido a la excesiva, lenta y duplicada, triplicada y hasta cuadruplicada tramitología que deben cumplir. En cada permiso o factibilidad que deben tramitar se les solicita permiso de Uso de Suelo, pese a que ya el fraccionamiento fue autorizado con vocación habitacional.

Simplificar esta tramitología permitiría, se expuso, permitiría abaratar costos y ofrecer vivienda más barata y, por tanto, al alcance de un mayor número de familias hidalguenses.

En riesgo la industria local

Los desarrolladores de vivienda fueron muy claros al exponer su necesidad de reglas más simples y claras que les permitan competir con grandes empresas desarrolladoras foráneas.

Hasta este año las empresas foráneas, “que llegan, ofrecen escuelas, clínicas, vialidades; que construyen, venden y se desaparecen sin cumplir sus promesas”, construyeron el 30 por ciento del total de las viviendas de interés social. Sin embargo se estima que esta cifra se elevará hasta el 60 por ciento el próximo año.

“Necesitamos una normatividad oficial que nos permita ser más competitivo”, se insistió reiteradamente en la reunión.