La titular de la Secretaría Ejecutiva del Sistema de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Hidalgo (SIPINNA), Claudia Vieyra Alamilla, indicó que desde este organismo se busca prohibir el castigo corporal a los niños en Hidalgo, pues es uno de los estados donde más ocurre esta práctica, con gran riesgo para los menores.
En charla con Síntesis Hidalgo, Claudia Vieyra Alamilla, expuso que el primer espacio que debe cuidarse para la protección de los menores es su hogar y sus interrelaciones, pues indicó que de acuerdo a los anuarios de la Secretaría de Salud del 2012, Hidalgo es uno de los estados que registró una mayor incidencia familiar a nivel nacional, pues siete de cada 100 niños menores de un año fueron violentados, 11 de cada 100 sufrieron violencia entre los 1 a 4 años, duplicando la tasa nacional en este rubro.
En primera instancia, recordó que el SIPINNA surge a raíz de que México firmara la Convención por los Derechos de los Niños con la ONU, por lo que adquirió compromisos como país para cumplir con la garantía de niñas, niños y adolescentes.
En México, una forma de cumplir con esos compromisos fue promulgar la Ley de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, que fue publicada en el año 2014; y al año siguiente, de acuerdo con lo dispuesto con esta ley, se formaron Sistemas de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, instalándose primero el SIPINNA federal en diciembre de 2015 y luego surgieron los sistemas estatales, creándose el SIPINNA en Hidalgo, que preside el gobernador, y en 2016 se crearon los SIPINNA a nivel municipal, que presiden los alcaldes de los 84 municipios.
El SIPINNA es la instancia de formar las políticas públicas y los instrumentos para proteger los derechos de las niñas, niños y adolescentes, y la misma ley indicó que para hacer esta labor, debía crearse la figura de la Secretaría Ejecutiva, para establecer todo lo necesario para que este sistema cumpla con sus obligaciones.
Consideró que en su corta existencia, el SIPINNA cuenta con logros importantes, al diseñar el programa estatal de protección de niñas, niños y adolescentes, construido con Unicef y una asociación civil, señalando que se trabaja en la disposición que establece la ley de que los menores tienen derecho a la participación en estas políticas, aportando sus opiniones, las cuales el Estado está obligado a tomarlas en cuenta para trabajar y darles respuesta.
“Las niñas y los niños deben conocer sus derechos, para que ellos sean los primeros que los protejan. Si no conocen sus derechos, difícilmente va a poder distinguir si algo está bien o está mal, si es normal o no es normal”.
“Al empoderarlos, al hacer que ellos conozcan sus derechos, les damos la posibilidad de que ellos sean los primeros en levantar la mano, levantar la voz y decir: esto sí me parece, esto no me parece, este es mi derecho y quiero que se cumpla”.
Explicó que el SIPINNA al ser una política transversal, forma parte del él las secretarías de Gobierno, de Educación, de Salud, la Procuraduría de Justicia, Seguridad Pública, las delegaciones de Relaciones Exteriores, de Migración, el Congreso, asociaciones civiles, y por supuesto, las niñas, niños y adolescentes, pues la obligación del sistema es generar políticas públicas, y al formar parte del SIPINNA todas estas instancias, se articulan acciones para que todas estas instancias desde el ámbito de su competencia, generen políticas públicas para la protección de los derechos de este sector de la población.
Vieyra Alamilla detalló que son 20 los derechos que garantiza el SIPINNA para niñas, niños y adolescentes, como el derecho a la educación, a la salud, a vivir en familia, el derecho a la identidad, a la seguridad, el derecho de niñas y niños migrantes, el derecho a la intimidad, a las tecnologías, a tener una vida libre de violencia, por mencionar algunos.
Particularizó el derecho a la identidad, ya que los niños tienen derecho a que su imagen no sea difundida en redes sociales, a menos que ellos lo autoricen, recordando que ya hay lineamientos de comunicación, en los que se especifica cómo abordar noticias donde hay involucrados niñas y niños.
El SIPINNA hace particular énfasis en el interés superior de la niñez, de acuerdo con la ley que le dio origen, lo cual tiene qué ver con que todas las decisiones que tome el estado, tiene que considerar en qué le beneficia o le perjudica a las niñas, niños y adolescentes, “y si una decisión los perjudica, no se debe de tomar”.
Reconoció que al ser un tiempo muy corto de existencia, lo que se ha logrado es gracias al apoyo del gobernador, el secretario de Gobierno y en particular a que los presidentes municipales se han sumado a lo que se está haciendo en el SIPINNA, que es difundir los derechos para que este sector de la población los pueda conocer.
Destacó que hay que romper el paradigma de que los derechos de los niños están ligados a obligaciones por parte de ellos, pues la única obligación que existe es la que el Estado tiene a respetarles sus derechos y de los padres de familia a garantizarles esos derechos, aclarando que sí están los valores, los hábitos y los límites con los que un niño o una niña deben de ser educados, “pero los niños no deben crecer pensando que para que ellos tengan garantizado sus derechos, hay obligaciones”.
Es decir, para que les den su acta de nacimiento, los vacunen, los inscriban en las escuelas, los menores no tienen obligaciones que cumplir, sino que es el Estado y los padres los que sí están obligados a garantizar sus derechos, como la salud, la educación y el resto de sus derechos.
Por último, señaló que para proteger su derecho a una vida libre de violencia, el SIPINNA en Hidalgo está trabajando en la prohibición expresa del castigo corporal a un niño, porque está práctica ha llegado al extremo de privar de la vida a niños o dejarles lesiones, como el caso reciente de un pequeño de dos años, que por el maltrato de su madre y de la pareja de la mamá, perdió la vida al ser golpeado causándole una fractura en el cráneo.
Vieyra Alamilla llamó a erradicar el castigo corporal en los menores, ya que a los niños no se les puede aplicar castigos, como pellizcar, nalguear, maltratar e incluso quemar las manos, ni tampoco que las madres permitan que sus parejas abusen de los niños o los maltraten, “porque son sus hijos, eso lo tenemos que erradicar. Debemos tener valores nacionales, porque a donde yo me pare, la niña o niño se debe sentir seguro porque yo estoy aquí para protegerlo”.