La desbandada escolar inició desde el miércoles 31: “maestra, podría faltar Pepito, es que nos vamos al pueblo, a Molango”; “maestra, el camión a Huichapan sale muy temprano en la tarde. ¿podría mi hijo dejar aquí la mochila?”, “maestra ¿podría traer ropa para cambiar a mi niña antes de salir?, es que de la escuela nos vamos a Ecatepec”. Regresar al pueblo de origen, a festejar a los muertos, es una fuerte tradición aún entre familias que residen en Pachuca.
“Mejor con permiso, a que falten sin avisar”, se comentó en un plantel de Primaria en la colonia Magisterio, en Mineral de la Reforma, en donde muchos de los alumnos son menores que han llegado del interior del estado o del Estado de México.
Sin embargo, esta situación se repitió entre las escuelas de niveles de Primaria y Secundaria en Pachuca, evidenciando que en puentes y períodos de asueto muchos residentes de Pachuca abandonan la ciudad para viajar a sus lugares de origen.
“Es que si no tomamos el autobús de la tarde, llegamos de madrugada a Huichapan”, aseguró la madre de Noel, quien con sus tres hijos viajó desde el miércoles a la casa paterna, para pasar Día de Muertos en familia.
“Aunque viven en Pachuca, siguen muy arraigados a sus lugares de origen, a sus tradiciones”, comentó la profesora Leslie Martínez, al observar como presurosa, la madre de un alumno le recogía na hora antes de la salida, y aún con el uniforme puesto, el niño, una hermana y la madre se dirigían, con numerosos bultos a cuestas, a la Central de Autobuses.
Colonias como Magisterio, La Providencia, El Saucillo, Santa Matilde, Téllez, entre otras, son habitadas en gran número por familias no hidalguenses que han llegado, principalmente, del Estado de México y la Ciudad de México.
“En muchos casos los alumnos son recogidos a la salida y se van directamente a sus lugares de origen a pasar el fin de semana, y sobre todo, cuando hay puentes o vacaciones; tratan de aprovechar el mayor tiempo posible”, se comentó entre las docentes.
“Yo tengo un alumno que jamás falta, con excepción del primer día de clases después de vacaciones, es que es de un pueblito de Veracruz y hace 12 horas para llegar a Pachuca”.
La tolerancia en estos casos se impone en los planteles. “Aprenden más de la convivencia en familia, con la sociedad, de historia y tradiciones, acudiendo a sus pueblos, aunque pierdan una o dos horas, o un día de clase”, comentaron maestras al respecto.