El gobernador del estado, Omar Fayad Meneses, anunció en un noticiario de televisión que el próximo domingo presentará un proyecto para la construcción de un sincrotrón en Hidalgo, proyecto que fue ideado hace 15 años para su edificación en el país, pero que hasta ahora sigue durmiendo el sueño de los justos.
Por lo regular, un sincrotrón se trata de una impresionante infraestructura en forma de hélice, equivalente a 6 canchas de futbol, donde se produce un haz de luz microscópico de gran intensidad para conocer las estructuras moleculares de la materia.
Consultando jornales nacionales e internacionales, se explica que el sincrotrón es un acelerador de partículas capaz de observar estructuras moleculares, como si fuera un gran microscopio.
El sincrotrón, que requiere un espacio de construcción de cuando menos unas 30 hectáreas, genera una luz millones de veces más intensa que la luz solar, cuyo espectro va desde la radiación infrarroja hasta los rayos X, y que permitiría grandes innovaciones, aumentando con ello la competitividad del país y del estado.
El propio Fayad en entrevista con esa televisora, expuso que un sincrotrón sirve en todos los ramos del conocimiento y de la ciencia, de la tecnología, de la industria, “sirve lo mismo para la farmacéutica que para la agrobiotecnología, lo mismo para la minera, que para la petrolera, en fin, es un espacio muy importante”.
Además, Fayad señaló que Andrés Manuel López Obrador, a días de convertirse en presidente de México, “ve con muy bueno ojos el proyecto que sería una inversión muy importante”.
Las fuentes de luz de un sincrotrón son súper-microscopios, -por lo regular de grandes dimensiones: entre 300 metros y 3 km de circunferencia-, que tienen la capacidad de crear imágenes con gran definición y analizar la composición química de muestras muy pequeñas de moléculas, átomos y electrones, con un altísimo grado de detalle y en tiempos muy cortos.
El trabajo del sincrotrón puede tener las más diversas aplicaciones, desde la investigación genética, paleontológica, artes estéticas y visuales, en la biomedicina, la biología, la criminología, la conservación del patrimonio, hasta aplicaciones en la industria química, farmacéutica, energética y de alimentos.
De acuerdo a una declaración de José Franco, coordinador general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, otorgada durante la presentación de un libro titulado “Un asunto de estado: la construcción del primer sincrotrón en México”, que se presentó en las instalaciones del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, actualmente existen más de 50 generadores de luz en todo el mundo.
“De ellos el más barato costó 200 millones de dólares, y la evaluación del costo para el sincrotrón mexicano ronda entre los 300 y 500 millones de dólares”.
Aunque el estado de Morelos ya había levantado la mano para llevarse el proyecto, ahora Hidalgo también hace lo propio, lo que implicaría aportar recursos y un espacio para un proyecto de semejante tamaño.