En México han operado en los últimos tres años 5 mil 491 programas sociales que buscan abatir las carencias sociales, sin embargo, la medición que realiza el Consejo Nacional de Evaluación de Desarrollo Social (CONEVAL) de la pobreza indica que estos programas han sido mal coordinados y sólo 83 están enfocados en cumplir su objetivo.
Los resultados en la medición de la pobreza en México en 2016 arrojan que 53.4 millones de personas viven en pobreza y 9.4 millones en pobreza extrema. ¿Pero es sólo CONEVAL el que ve esta realidad? ¿Debe solo el gobierno atender esta problemática? Es indudable que tantos programas sociales implican un gasto millonario e ineficiente.
¡Es aquí donde los jóvenes deben ser parte de la solución!. En México, de acuerdo a cifras de INEGI existen 30 millones 600 mil jóvenes entre 15 y 29 años quienes pueden marcar la diferencia. Esta generación debe estar más involucrada en la temática de soluciones a problemáticas sociales y/o ambientales que sean innovadoras, sostenibles y sistemáticas que permitan hacer un verdadero cambio en la realidad de millones de mexicanos.
Todo emprendedor busca generar empresas rentables así que estableciendo estrategias que permitan medir el impacto de los productos y/o servicios que resuelvan las necesidades sociales ayudará a que los cambios se logren. Un modelo replicable en otra zona geográfica del país que atienda a otro gran número de personas hará que su modelo de negocio tenga un efecto multiplicador.
Es por ello que es importante que los jóvenes se involucren en eventos (impulsados desde las universidades) como Hackathones y Bootcamps que se han convertido en el medio perfecto para poner a trabajar a mentes creativas lo que ha impuesto una nueva forma para la “generación de ideas de negocio innovadoras”, en donde se busca brindar a los futuros empresarios la formación necesaria para emprender tratando de reducir la tasa de fracaso y deserción otorgándoles las herramientas necesarias para superar las crisis que puedan surgir a los largo del proceso de emprendimiento
¿A quién no le gustaría tener una empresa exitosa? Tal y como Michelle Obama decía:
“El éxito no se mide en dinero, sino en la diferencia que marcas en las personas”.
Nora Barba