Abrir en Pachuca el Museo del Helado, con espacios que ilustren sobre la historia de este alimento desde su creación en la China antigua, ofrezca el Helado Espacial, creado conjuntamente con la Agencia Espacial mexicana, además de talleres gratuitos para quienes quieran aprender el oficio de heladero para consumo propio o venta, propusieron heladeros oriundos de Tocumo, Michoacán, la tierra de los helados La Michoacana, a Eduardo Baños Gómez.

Sólo necesitamos un predio en comodato de mil metros cuadrados; ya tenemos el diseño y la construcción la costearíamos nosotros”, expusieron Joel Ruiz Ayala y Joaquín Romero, al ser recibidos en audiencia pública por el secretario de Turismo.

Podemos ofrecerles un producto turístico sumamente interesante”, aseguró Ruiz Ayala, quien cuestionado a profundidad por el funcionario demostró un profundo conocimiento sobre la elaboración de este producto, que en México surgió a principios de la década de los cuarenta, en el siglo anterior, y se hizo famoso en México, donde existen miles de heladerías La Michoacana –que no es marca registrada ni franquicia-, además de ofrecerse ya en Estados Unidos, Canadá, Rusia, España, Italia y en varios países de América Latina.

A donde ha emigrado un oriundo de Tocumo hay unos helados La Michoacana”, aseguró Ruiz Ayala, ingeniero de profesión y heladero por tradición familiar.

Heladeros que hoy saben preparar riquísimos helados bajos en grasas, en azúcares y por su alto contenido de fruta fresca y seca, altamente nutritivos.

El Museo del Helado, en Pachuca

Pretenden este par de heladeros abrir en Pachuca el Museo del Helado y contar la historia, en este lugar, de un producto que es disfrutado casi por todos.

Nosotros lo construimos, lo acondicionamos y lo promocionamos”, ofrecieron al secretario de Turismo, a quien mostraron un diseño novedoso construido a base de contenedores.

Especial atención despertó en Baños Gómez el ofrecimiento de dar cursos gratuitos a quienes quieran aprender a elaborar helados y venderlos. “Ya no se necesita la gran maquinaria ni los gigantescos refrigeradores; para empezar basta con una batidora de casa y un refrigerador con congelador”.

El helado “deja, y deja bien”, aseguraron, para calcular que un helado fino, de gran calidad, se elabora con una inversión de seis pesos la bola y se vende, mínimo, en 15 pesos.

Baños Gómez ofreció a los entusiastas heladeros tratar su propuesta con el secretario de Desarrollo Económico, José Luis Romo, pues la misma resulta muy atractiva, les dijo.