Hidalgo, principal productor de pulque en el país hasta mediados del siglo anterior, cuenta con 160 haciendas, el grueso de ellas pulqueras, de las que 15 conforman las Haciendas de Hidalgo A.C., afiliada al Consejo Coordinador Empresarial de Hidalgo (CCEH), y ofrecen servicios de hospedaje, banquetes, sesiones fotográficas, campismo, espectáculos ecuestres, además de la experiencia de pernoctar en sitios llenos de historia, tradiciones y hasta uno que otro fantasma.

Las haciendas de Hidalgo son uno de los filones con que cuenta la industria turística para desarrollarse fuertemente en la entidad, afirma, entusiasta, el presidente de dicha asociación, Antonio Linaza Ayerbe.

“De las 160 haciendas contabilizadas, 55 de ellas están en buenas condiciones para participar en la industria turística, y muchas de ellas lo hacen ofreciendo banquetes pero de manera informal, sin expedir facturas.”

Sin embargo los propietarios de 15 de ellas han decidido trabajar dentro de la formalidad, “pagar impuestos, seguridad social, pero también tener acceso a programas oficiales de impulso a las actividades productivas.”

De estas haciendas tres de ellas operan como hoteles desde hace mucho tiempo: las de San Miguel y San Antonio Regla, en Huasca, y el Roya SPA en Zimapán; el resto son empresarios que trabajan con ahínco para atraer al turismo a sus propiedades.

Ofrecen sus servicios, de manera formal, las haciendas Los Olivos,  Montecillos, San Antonio Hala, Zotecomate,  San Francisco Ocotepec y Guadalupe, en Zempoala, así como las de San Gerónimo y Tultengo, en Apan, en Tepeji, y la de Caltengo, en Huichapan, entre otras.

Haciendas de Hidalgo, afectadas
por la competencia desleal

Estas haciendas hidalguenses tienen en los banquetes, principalmente bodas y XV años, el hospedaje y las visitas guiadas su principal mercado; fueron, tiempo atrás, también, escenario de locaciones para televisión, cine y comerciales.

“Ahora nos enfrentamos a la competencia desleal, considero yo, de empresarios que ofrecen hospedaje y hasta alimentación a las producciones a cambio de publicidad, de promoción, pero nosotros no estamos en condiciones de hacerlo. Queremos que lleguen producciones, sí, pero que paguen hospedaje, alimentación, contraten extras, animales… que dejen recursos.”

Museo del Pulque

Se trata de haciendas básicamente pulqueras entre las que destaca la de Los Olivos, convertida en museo, pues cuenta con toda la infraestructura de la época para extraer aguamil y producir pulque; infraestructura que ha sido exhibida en la Ciudad de México y otros estados vecinos que la han solicitado.

Opera también con óptimos servicios la hacienda de Mezatepec, con 32 habitaciones para hospedaje, alberca techada y climatizada y un lienzo charro techado en el que se ofrecen espectáculos.

“Nuestras haciendas trabajan con paquetes que incluyen hospedaje y alimentación, además de espectáculos y visitas guiadas, o bien, recorridos, bufet y visitas guiadas”, comentó.

Llegan a estas haciendas turistas internacionales, que pagan paquetes de mil 600 pesos por noche, o visitas de nacionales que pagan 100 pesos por recorrer las haciendas.

Pernoctar con fantasmas, muy atractivo

Sin embargo crece la demanda de hospedaje en estas haciendas, aunque sólo los fines de semana, por el atractivo que ofrece pernoctar en construcciones centenarias y hasta la posibilidad de toparse con un fantasma, “que nosotros preferimos no negar”.

El contar con atractivos como los exconventos, el Acueducto Tembleque y, en unos años, con el Museo del Pulque –en trámite con los congresos federal y estatal para obtener financiamiento-, o por estar ubicadas en Pueblos Mágicos, las Haciendas de Hidalgo contribuyen de manera importante al desarrollo turístico de la entidad.

“Cerramos el año con muy buenas perspectivas y un trabajo intenso para lograrlo”, concluyó.