De entre 200 mil y hasta 400 mil pesos diarios son las pérdidas que registran las gasolineras que han tenido que suspender por días la comercialización del combustible por razones de desabasto, mientras que los despachadores han visto limitado su ingreso a un salario mínimo, al no recibir propias.
Lo anterior fue señalado por el director ejecutivo de la empresa Full Gas, Sebastián Figueroa, y difundido por el diario de la capital del país.
Para el empresario gasero las pérdidas son de unos 200 mil pesos diarios en los establecimientos en la provincia, pero alcanzan los 400 mil pesos en los ubicados en el Estado de México y la Ciudad de México.
Fue precisamente en el Valle de México en donde se prolongó más el desabasto, llegando a registrarse vacías gasolineras hasta por cinco días.
Sin embargo la carencia de combustible en expendios ubicados en Guanajuato, Puebla y Guadalajara llegaron a prolongarse hasta por dos días.
El abasto comienza a regularizarse
Sebastián Figueroa informó que el abasto ha comenzado a regularizarse en la Ciudad de México y así ocurrirá paulatinamente en el resto del país.
Dijo que los expendedores están viendo más regularidad en la llegada de pipas, por lo que calcula que la situación mejorará en el resto de la semana y se agilizará la semana próxima en todas las zonas afectadas del país.
El empresario afirmó que Pemex está surtiendo democráticamente a sus clientes. Los gasolineros realizan sus compras a la estatal a través de los cauces habituales, con criterios de reparto muy transparentes, y el combustible se entrega conforme el orden de la compra del mismo, sin considerar volúmenes en la demanda o ubicación del expendio.
Ello genera confianza entre los propietarios de gasolineras, que esperan su turno pacientemente, de ser abastecidos. “Nosotros hacemos fila también”, opinó.
“Propina, por favor”
Con la premura conque es despachado el combustible, los empleados no alcanzan a ofrecer los servicios habituales de limpieza de parabrisas, medición de niveles, revisión de la presión del aire en llantas, entre otros, por los que habitualmente reciben entre tres y diez pesos de propina.
El no recibir propinas por la premura, o por suspender la venta por falta de combustible, origina que los despachadores, que perciben salario mínimo en el mejor de los casos, hayan dejado de recibir entre 150 y 200 pesos diarios de propinas, se comentó entre ellos.
“Ojalá y la gente entendiera que nosotros también estamos padeciendo y nos diera la propina habitual, de unos pesos”, externó “el lic.”, un despachador al sur de Pachuca que aunque con estudios de licenciatura, recurrió a este empleo por la falta de trabajo en su ramo profesional.