Al asegurar que Petróleos Mexicanos (Pemex) es corresponsable en el accidente ocurrido el viernes antepasado en la comunidad de San Primitivo, municipio de Tlahuelilpan, el investigador Francisco Patiño Cardona, aseguró que la paraestatal debe cambiar sus protocolos de vigilancia y protección de los ductos.
Al respecto, el también ingeniero químico, señaló que sí bien en este incidente se presentó una falta de coordinación e los cuerpos de seguridad, nacional, estatal y municipal, también Pemex incurrió en fallas al demostrar que tampoco han funcionado las estrategias implementadas para evitar la ordeña de los ductos, además de que se ha visto poca actividad para evitar el robo de combustibles.
“Por la forma en que se ha presentado el robo de combustibles y el incidente de Tlahuelilpan, y digo que el protocolo actual que tiene Pemex para enfrentar o combatir el huachicoleo no sirve, por lo que se debe de contratar especialistas, gente experta en la materia, con muchos conocimientos para que les diseñen un nuevo protocolo y evitar estas tragedias”.
Patiño Cardona añadió que otro de los factores que tampoco se han tomado en cuenta es que todo parece indicar que el percance en el que hasta la mañana del martes de la semana en curso habían perdido la vida 117 personas fue un acto premeditado, ya que después de picar los ductos para que escapara el combustible, prácticamente se azuzó a la población para que acudiera a recoger el combustible.
“Se debe tomar en cuenta que después de perforar la tubería, la agitación que se hizo de la gente para avisar que había gasolina regalada en una toma, es una acción premeditada porque se trata de gente inocente y pobre a la que llevaron prácticamente a un polvorín, por lo que se trata no solo de una acción premeditada sino también criminal que debe llamar la atención de las autoridades”.
De igual manera, el también político e integrante de Morena, afirmó que también es necesario que las autoridades en sus diferentes niveles deben adoptar nuevas estrategias de intervención para poder evitar en primer lugar que la población resulte afectada y al mismo tiempo que se busque a los responsables de la perforación de los ductos.