No hubo error al tomar muestras de ADN a cónyuges de las víctimas tras la explosión en Tlahuelilpan, aseguró el Procurador de General de Justicia del Estado, Raúl Arroyo González, quien aseguró que durante el proceso fueron las primeras muestras que se recogieron tras la tragedia y quienes iniciaron las carpetas de investigación.

Era complementar las que ya teníamos”, reiteró el titular de la procuraduría, señalando que el pasado lunes se realizaron una segunda toma de muestras a familiares distintos a los que ya se les había realizado.

Reiteró que “no hubo error, no es error tomar muestras de cónyuges, al contrario, lo que hubiera sido error es dejar solo las muestras de los cónyuges que hicimos”, y aseguró que en los casos donde faltaba la muestra complementaria solicitaron la de un hermano, hijo u otro pariente cercano, “lo que hicimos fue complementar lo que necesitábamos”.

Reconoció que si hubo casos en donde sólo se tomaron muestras únicamente a cónyuges “por algo empezamos, por los conyuges” pero aseguró que no fueron más de una docena las muestras que se recogieron y a las cuales ya se les solicitó una segunda toma el pasado lunes a familiares distintos.

Aseguró que esto no es una anomalía, “pudimos haber tomado primero la de los hijos, se tomaron las muestras de los cónyuges porque normalmente fueron quienes iniciaron la carpeta de investigación”.

Existen casos en donde también iniciaron carpeta de investigación por la desaparición del hijo por lo que estas muestras no se desecharon, sin embargo, la segunda toma permitirá cerrar el círculo para complementar la información, y añadió que en algunos casos solo contaban con la muestra del padre por lo que se solicitó la de la madre para facilitar el estudio de los perfiles genéticos.

De acuerdo a los avances que llevan para determinar la entrega de restos a los familiares, dijo que se tiene una selección de carbonizado a calcinado, por lo que se habrá de determinar cuáles van a ser analizadas en el estado y por cuales van a recurrir al apoyo de otros laboratorios como el de la Fiscalía General de la República o en su caso de otros países, aunque confió en que con la tecnología de los laboratorios de México se puedan determinar.