Representar al gremio constructor ante las autoridades “en condiciones de igualdad, de tu a tu, pues no tengo más compromiso que con mis compañeros constructores”, además de “piso parejo” en obra pública y trato directo con todos ellos, ofrece Luis Alfonso Manjarrez Manjarrez, en caso de ser electo presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), el próximo 27 de los corrientes.

Tengo todo el ánimo, siento el apoyo, pues no vengo de ningún grupo, estoy en condiciones de servir a todos por igual”, afirma el experimentado constructor, quien recuerda que llegó a Pachuca hace 30 años, como simple supervisor de obras, y después de estar en diversos puntos del país, decidió quedarse aquí.

Uno no escoge dónde nacer pero sí en donde vivir, y yo escogí Pachuca, Hidalgo”, asegura, para agradecer al estado “que me abrió sus puertas, hice muchos amigos y tengo una empresa bien consolidada. No busco la presidencia de la CMIC buscando trabajo”.

Recuerda Manjarrez Manjarrez que en muchos años se le alentó a buscar dirigir los destinos de esta cámara, “y no, no me decidía, estaba muy ocupado; hoy puedo, tengo tiempo y ya les dije a todos: me lo pidieron, bueno, ya estoy aquí”.

Para el constructor, de ganar las elecciones llegaría a la cámara en el momento justo: “estamos viviendo condiciones difíciles para el país y muy difíciles para nuestra industria, que enfrenta una desaceleración tremenda”.

Esto lleva a sus simpatizantes a exigirle “una representación firme, de mucho respeto pero efectiva, sin más compromisos que con ellos”.

Se propone entonces aprovechar una relación cercana y de mucho respeto con el gobernador del estado, Omar Fayad Meneses… un buen gobernador, gran negociador… con excelente relación con el presidente Andrés Manuel López Obrador…con los dos vamos a poder trabajar intensamente”, vaticina.

Tiene también cifradas las esperanzas en el gobierno encabezado por López Obrador.

“Quiere cambiar al país, acabar con la corrupción, y acabando con ella, todos vamos a ganar”.

Transparentar las licitaciones de obra pública ha sido ancestral reclamo de los constructores, y ahora, reiterado compromiso presidencial. “A eso le estamos apostando”.

Si al exterior el reto es representar dignamente a esta industria, estrechar el contacto con las autoridades e inversionistas, al interior es mantener comunicación estrecha con los 318 empresarios que están asociados a esta cámara.

Para ello se montará una oficina de atención al constructor, con personal especializado, para ofrecerles toda la asesoría y el apoyo que requieran en sus compromisos fiscales, de seguridad social, en el trato general con las  autoridades.

A unos metros de distancia de su oficina está su “bunker”, una sala de juntas en donde, en los momentos de la entrevista, un grupo de empresarios le espera. “Me he estado reuniendo con todos, explicándoles mi plan de trabajo, invitándolos a votar por mí”.

Pide Manjarrez al gremio constructor “que el 27 de febrero den un voto razonado, analizado a fondo, pues quien elijan estará al frente de esta cámara, “la más importante de todas”, los tres primeros años de la administración federal, “años decisivos para México, para nosotros, para todos”.

La sonrisa del constructor aflora de inmediato cuando se le pregunta por quién votaría él…. “¡pues por mí! ¡por la experiencia y el compromiso!

Manjarrez Manjarrez competirá por la presidencia de la CMIC con Luis Miguel Escudero, pues por primera vez en muchos años la renovación de la mesa directiva de este organismo no se realizará con una planilla de unidad.