La Secretaría de Salud en Hidalgo aseguró que mantiene vigente el llamado a la población para continuar y reforzar los cuidados ante la influenza, pues la manera más efectiva para prevenir esta enfermedad es mediante la vacunación, además de no bajar la guardia con las diversas medidas preventivas que inhiban la propagación del virus.
Especialistas de la SSH indicaron que en el país circulan tres tipos de virus estacionales de la influenza: A (H1N1), A (H3N2) e influenza B.
Explicaron que al ser una enfermedad viral, los antibióticos -que atacan a las bacterias-, no tienen ningún efecto sobre la Influenza.
Es decir, a diferencia del resfriado común que no representa mayores riesgos, la influenza sí puede tener fuertes complicaciones para la salud y en casos graves, puede ser mortal.
Por ello, el secretario de Salud, Marco Antonio Escamilla Acosta, ha reiterado que es necesario acudir a cualquier unidad de salud por la vacuna, pues la mayor parte de los casos registrados y las defunciones que se han presentado son resultado de la ausencia de la aplicación del biológico.
Indicó que a la fecha, se tiene el registro de un 99.6 por ciento en cuanto a la aplicación de vacunas, es decir, más de 851 mil 800 dosis administradas.
Refirió que el acumulado para Hidalgo, durante la temporada y con corte al 21 de febrero, es de 231 casos y 57 defunciones, de ahí que, se insiste en la importancia de vacunar a los grupos de riesgo, pero además, continuar con acciones higiénicas como lavarse las manos frecuentemente y secárselas bien, cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar con pañuelos y desecharlos correctamente, evitar el contacto con personas enfermas, no tocarse ojos, nariz y boca; evitar cambios bruscos de temperatura; ingerir alimentos ricos en vitaminas A y C y en caso de malestar como fiebre u otros síntomas gripales, acudir de manera inmediata al médico y evitar automedicarse.
Recordó que se consideran grupos de riesgo, las niñas y niños de 6 a 59 meses de edad; niñas, niños y adolescentes de 5 a 18 años de edad con factores de riesgo, personas de 60 y más años de edad, personas con asma y otras enfermedades pulmonares crónicas, que cursen enfermedades del corazón, personas con el sistema inmune debilitado ya sea por cáncer o VIH, quienes sufren problemas renales crónicos, diabetes mellitus, obesidad y las mujeres embarazadas.