Una baja en las ventas de entre 15 y hasta 50 por ciento, que en pesos y centavos representa desde 500 pesos diarios para las humildes fonditas en los mercados, hasta tres mil y cuatro mil pesos diarios en promedio para restaurantes y cafeterías de cadenas locales y nacionales, ha originado la huelga que mantiene el personal sindicalizado en la presidencia municipal de Pachuca.
Con la huelga, se hizo notar, no sólo mil 500 sindicalizados y mil 500 trabajadores de confianza dejan de consumir alimentos en estos establecimientos, sino también los cientos de personas que acudían diariamente a la alcaldía a realizar diversos trámites, algunos de ellos de puntos muy distantes del centro de la ciudad, que buscaban llegar temprano para salir temprano y pasaban a comer algo.
“Sí, claro que la huelga nos vino a afectar”, afirmó la gerente del Hotel Independencia, María del Ángel Sánchez Lozano, quien dijo, el restaurante La Catrina, de ese hotel, ha registrado una caída en las ventas de entre 15 y 20 por ciento.
Con la hotelera coinciden empleados como Marisol “N”, mesera en un un restaurante del centro de la ciudad quien calcula que “menos de la mitad, pero si ha bajado la gente”, lo que en sus propinas se traduce a “sacar la mitad de lo que antes sacaba”.
O doña Lucy, comerciante de antojitos en un mercado del centro, donde las ventas, asegura, se han caído “como un 40 por ciento, más o menos”, lo que ha venido a afectar “no solo a mí, que vendía entre unos mil 200, mil 300 pesos, y ahora vendo 700, 800 pesos, sino a todos los del mercado”.
La afectación, generalizada
A su vez el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Pachuca (Canaco-Servytur), Juan Jesús Bravo Aguilera, hizo notar que “no sólo los restaurantes se están viendo afectados, sino todo el comercio en general”.
El cierre de las oficinas municipales ha desalentado a desplazarse al Centro Histórico a quienes debían acudir a pagar su Impuesto Predial, a tramitar una Licencia de Funcionamiento, una Licencia de Construcción y hasta un acta de nacimiento.
“Eso se nota hasta en las calles; circula menos gente que antes de la huelga”, comentó el empresario, para hacer notar que personas que venían a realizar trámites a la presidencia municipal, de paso acudían a las tiendas de telas, a las zapaterías, a los mercados o a comer algo.
Bravo Aguilera exhortó a las partes en pugna, a las autoridades, a buscar una solución a este conflicto laboral.
“Que la presidencia vea hasta dónde puede pagar, pero que también el sindicato no piense que si prolonga la huelga va a ganar más… aquí nadie gana, todos perdemos”, afirmó.