Incrementos en las tarifas eléctricas de entre 40 y 50 por ciento en 2018, que comienzan a repetirse este año, tienen en jaque a la industria restaurantera, altamente consumidora de electricidad, la que busca con desesperación fuentes alternas de energía para ya no depender de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Las quejas de los afiliados de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), están a la orden del día, aseguró el presidente del organismo, Alan Vera Olivares.
“Las tarifas eléctricas tan disparadas se mantienen este año, pese al compromiso presidencial de que bajarían”, aseguró el líder de los restauranteros.
Es tan fuerte el impacto de las tarifas eléctricas en los costos de operación de los restauranteros, “que muchos ya están valorando la autoproducción de energía renovable, para no depender tanto de la CFE y sus elevadas tarifas”, aseguró.
Y es que aunado a los cobros tan altos por el consumo de luz, resulta que en la CFE en Hidalgo “no hay un jefe, una autoridad con quien hablar, dialogar, y todo se limita a qué o pagas lo que te cobran o tu negocio se queda sin luz, porque simplemente van y la cortan.”
Un céntrico hotel, a oscuras dos días
Precisamente la actitud intransigente de los mandos medios y bajos en la CFE en Hidalgo, a falta de un directivo con poder de decisión, originó que recientemente un centro hotel de Pachuca se quedara sin electricidad por dos días, lo que afectó al establecimiento, en su operatividad y prestigio, además de a la clientela, que debió abandonar el establecimiento, solicitar el reembolso de lo pagado o no pagar, y buscar nuevo alojamiento.
Información extraoficial permitió conocer que este hotel, que prepara una respuesta de carácter legal contra la CFE, registró pérdidas diarias de entre 25 y 30 mil pesos tanto en sus instalaciones de hospedaje como en el restaurante-bar.
Las quejas se acumulan en la Profeco
Pero no sólo las empresas se quejan del servicio de la CFE; lo hacen también particulares cuyas quejas se acumulan en las oficinas de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Esta delegación cuenta incluso con un módulo de atención primaria con personal de la comisión, al que son remitidos los consumidores que acuden a presentar quejas en contra de la empresa productora, importadora y comercializadora de energía.
De ser atendido el o la inconforme en este módulo y no llegarse a un acuerdo satisfactorio, entonces sí la Profeco procede a levantar la queja respectiva.
Es la Comisión Federal de Electricidad el ente que acumula el grueso de las quejas ante la Profeco.