Por años ha sido denunciado y ahora lo “descubre” la Profeco: abundan en el mercado las marcas falsas de “leche”, que lejos de nutrir, engordan a la niñez, por su elevado contenido de grasas vegetales saturadas y almidones; son las llamadas fórmulas o productos lácteos de los que se consumen miles de millones de litros al año..

El Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche festejó que después de  analizar a fondo el contenido de soya en las marcas de “atún”, ahora la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), someta a profundo escrutinio los contenidos de las llamadas “fórmulas lácteas” o “productos lácteos”, cuyos nombres, Nutrileche, Fortileche, Mileche, entre otros, inducen a los consumidores al error de confundirlas con leche.

Álvaro González Muñoz, presidente de esta organización, dijo que “es una buena noticia pero ojalá y no quede nada más en eso; en señalar que se está engañando al consumidor. Ojalá y hagan un trabajo serio y pongan en orden las cosas”, afirmó.

Los 150 mil productores de leche que sobreviven en el país, aseguró, seguirán insistiendo ante la Secretaría de Salud, de Economía, para que se controle la importación desmedida de leche en polvo y sueros lácticos utilizados para rehidratar y vender como “leche fresca” y “productos lácteos”.

Sin embargo la investigación de la Profeco no debe limitarse a las leches y productos lácteos; “debe extenderse también a las líneas de quesos, yogures y cremas, que incumplen también con la Norma Oficial Mexicana”.

“Pero la Profeco carece de dientes para sancionar”, consideró el productor, por lo que seguramente, dijo, “se limitará a difundir los resultados de sus estudios de laboratorio y quizás pida a las empresas envasadoras de productos lácteos que dejen de utilizar la palabra leche en sus envases ni pongan imágenes de vacas, para no confundir a los consumidores, pero nada más”.

Es la Secretaría de Salud, de acuerdo a la Constitución, la responsable de garantizar el sano consumo de los mexicanos. “Nosotros pedimos que todo lo que no sea un producto genuino, que no cumpla la Norma Oficial Mexicanos, sea retirado del mercado”.

Proponen incluso los lecheros que de permitir que se sigan comercializando los productos lácteos se entinten con un color diferente, “porque cuando comemos fuera de casa nos pueden servir un producto lácteo y no leche”.

Esperan los productores que “ahora sí sea en serio” y que el nuevo gobierno federal meta manos al asunto, “pues el 70 por ciento de los consumidores no diferencian el sabor de la leche fresca de los productos lácteos, ni de los quesos, cremas y yogures adulterados”.