El empresariado hidalguense festejó el anuncio hecho por el presidente Andrés Manuel López Obrador, de que a partir de este martes se duplicará el número de elementos del Ejército y la Marina encargados de vigilar los ductos de Pemex, pues Hidalgo es la entidad con más tomas clandestinas en el país.

Ricardo Rivera Barquín, presidente de la Coparmex Hidalgo, consideró correcta la medida anunciada por el Presidente, “pues consideramos correcto la coordinación del gobierno federal y el estatal a fin de ir disminuyendo poco a poco esta práctica que no beneficia a nadie”.

En su conferencia matutina, López Obrador afirmó que en su gobierno  “en Hidalgo se incrementaron las tomas clandestinas; Hidalgo es el estado con más tomas clandestinas en todo el país, incluso después de la tragedia –en Tlahuelilpan, el 18 de enero-. Muy por encima de Guanajuato, Jalisco, Veracruz y Puebla”. De ahí, expuso el presidente, que este martes “inicia un programa de reforzamiento de vigilancia en Hidalgo, por la Marina y el Ejército”.

Para Rivera Barquín “nos queda claro que –este robo- no se elimina de un día para otro pero que sí disminuye” con las medidas adoptadas por el Presidente.

Considera el representante empresarial que esta disminución y falta de concurrencia de la población en tomas fuera de control, se debe a los proyectos productivos puestos en marcha en las zonas tradicionalmente huachicoleras.

Considero que –el robo- puede disminuir en mayor número, pues la gente podrá tener oportunidad de obtener un trabajo bien remunerado y dejar a un lado estas prácticas”.

Es de suma importancia, dijo el empresario, “detener a quienes llevan a cabo estas prácticas y que sean presentados ante la justicia y se les penalice por sus actos en caso de resultar culpables”.

En su mensaje López Obrador aseguró que en robo de combustibles “hemos logrado reducir mucho el robo”, y detalló que en el reporte de Seguridad Pública de este martes se citó que el pasado lunes fueron extraídos ilegalmente de ductos de Pemex seis mil barriles de combustibles, “pero a nuestra llegada se robaban 80 mil barriles diarios”.

Festejó el mandatario que “la diferencia es que ya la gente no acude –a tomar gasolina de las tomas clandestinas- y es algo muy importante”, pues los delincuentes “se están quedando solos”.

Subrayó que “le agradezco mucho a la gente por hacer caso al llamado que hemos hecho; esto evidencia que estamos aplicando programas de bienestar, que la gente ha tomado conciencia de que es mucho el riesgo y que los estaban usando para una actividad ilícita. Se quedan los núcleos delictivos sin respaldo social. hay una toma y ya no está la gente. Ojalá y así se sigan comportando los ciudadanos, las personas. con el compromiso de que todo el que necesite apoyo, que nos busque, que es un derecho que tienen, no una dádiva, que tienen derecho al trabajo y a una vida digna”.