En su novela El jugador, Fyodor Dostoyevsky narra la vida de un joven que trabaja para una familia rica en Rusia alrededor de 1860. En la trama de la novela se describe la forma en que el protagonista adquiere el hábito de apostar en la ruleta.

En realidad, parece que el autor hizo una especie de catarsis para así escribir sobre su propia adicción al juego de la ruleta, y que le llevó a apostar (y perder) fuertes cantidades de dinero. De hecho, la novela fue terminada justo a tiempo para saldar una deuda adquirida por el autor con alguno de sus prestamistas. Se ha hecho una gran cantidad de análisis sobre la personalidad de Dostoyevsky, y particularmente su adicción por los juegos de azar.

Actualmente se ofrece a los usuarios de los dispositivos móviles, una enorme variedad de videojuegos bajo la inocente fachada de entretenimiento. No obstante, el efecto adictivo de estos juegos no ha sido completamente estudiado.

En un artículo del año 2000, Mark Grffiths (REF1), ha observado que los adolescentes varones pueden ser más susceptibles al juego patológico. Esto  parece estar relacionado con altos niveles de problemas de otras actividades (algunas francamente tipificadas como delitos) como el consumo de drogas ilícitas y abuso del alcohol. Se examina los factores de riesgo en adolescentes, como es el caso de videojuegos (que comparten similitudes con los juegos de azar). Además, examina la influencia de la tecnología en los adolescentes en forma de videojuegos e Internet. Las formas tecnológicamente avanzadas de videojuegos pueden ser extremadamente atractivas para los adolescentes.

Un hallazgo típico de muchos estudios de juego en adolescentes ha sido que el problema del juego patológico parece ser un fenómeno principalmente masculino. También parece que los adultos pueden, hasta cierto punto, fomentar el juego en los adolescentes.

Por ejemplo, se ha encontrado una fuerte correlación entre problemas de juego de los adolescentes y el juego de los padres. Varios estudios en el Reino Unido han encontrado que los jóvenes, aunque no están comprando boletos de lotería, reciben boletos de lotería o tarjetas de rasca gana por parte de sus padres.

Esto es particularmente preocupante porque varios estudios han demostrado que cuando las personas juegan en la adolescencia, es más probable que se conviertan en jugadores problemáticos en la edad adulta.

Durante muchos años se ha sostenido la idea de que los videojuegos o juegos en internet son inocuos y que “favorecen” las habilidades tecnológicas de los jóvenes. Vale la pena revisar el trabajo de Mark Griffiths antes de decidir si los videojuegos realmente les “activan el chip” a los jóvenes.

 

REF1. M. Griffiths, Journal of Gambling Studies, vol 16 No. 2, 2000.

 

 

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