El día 25 de abril de 2019 es una fecha importante en términos de inclusión en el estado de Hidalgo. Lo anterior, porque después de varios meses de trabajo intenso que llevaron a cabo diversos grupos organizados, el Congreso local votó por unanimidad la iniciativa para el reconocimiento de la identidad de las personas transgénero, transexuales y travesti.
Lo anterior no es un cambio menor en un estado caracterizado por patrones estereotipados sobre la sexualidad. Los que hemos vivido en el estado de Hidalgo somos testigos de una alta dosis de intolerancia que la sociedad mantiene con estos temas. No obstante, los cambios a la ley que se realizaron ese día contribuyen a generar una visión incluyente y diversa como reclaman los nuevos tiempos.
No está demás subrayar que lo aprobado resultó de una votación unánime de 29 votos a favor, cero en contra y cero abstenciones. Lo cual marca un precedente con los grupos que regularmente han sido poco visibilizados.
Hay que reconocer que la iniciativa fue promovida por la organización “Transgénero Hidalgo”, presidida por la activista Karen Quintero Jiménez, así como con por el Movimiento Feminista de Mujeres Diversas “Nosotttras”, encabezado por la académica Gloria Davenport Fentanes.
Con estas modificaciones a la ley, ahora se tendrá que realizar un sencillo trámite administrativo de acceso público para que las personas travestis, transgénero y transexuales de Hidalgo puedan armonizar su identidad legal en el acta de nacimiento.
Esto es, a partir de que entren en vigor estas adiciones (y si así lo desean los interesados) las personas que en su acta de nacimiento tengan registrado un nombre usualmente asociado con el género masculino, podrán cambiarlo por otro de su elección que sea usualmente asociado al género femenino, y viceversa, sin posibilidad de cambiar sus apellidos.
Este trámite sencillo cobra una relevancia muy significativa porque los que así lo decidan podrán tener una identidad femenina o masculina que empate con su nombre en documentos oficiales (acta de nacimiento).
Sin embargo, cabe destacar que en el Congreso local ocurrió un detalle que retrata de cuerpo entero la falta de sensibilidad en el tema referido. Porque todas las fracciones parlamentarias representadas en la citada soberanía votaron en favor de esta iniciativa, pero en el momento de la votación se ausentó el diputado panista Asael Hernández Cerón.
No es la primera vez, incluso diría que es un recurso que se utiliza con regularidad, que un diputado al sentirse incómodo con los temas que se tienen que aprobar se ausente del pleno. Esta salida infantil y burda (al parecer) es la última alternativa que tienen los diputados que no desean manifestar un voto a favor o en contra. Su ausencia, por ende, es considerada como una falta. De esa manera, el diputado no se compromete con ninguna de las partes.
Según algunos activistas, el diputado Asael Hernández Cerón está ligado a grupos ultraconservadores, además de que tiene en su contra acusaciones por violencia física y violencia política por género contra compañeras de su propio partido.
Salvo ese detalle del diputado que salió corriendo para evadir la votación y que deja un mal sabor de boca por su falta de compromiso para defender una postura, lo que ocurrió en el Congreso del estado de Hidalgo es una buena noticia que alimenta la esperanza por tener una sociedad diversa e incluyente.
Twitter: @2010_enrique