¿Aguacate? ¡Pues ni que fuéramos millonarios! Y es que con un precio de entre 65 y 70 pesos el kilo, este alimento salió definitivamente de la dieta de muchas familias pachuqueñas.
Nuevamente el sabroso aguacate mexicano, que se cosecha principalmente en Michoacán, hace las delicias en la mesa… de los estadounidenses, pues en México, con su elevado precio, se ha vuelto un alimento propio de paladares exigentes y bolsillos abultados.
“Pues pico de gallo si sigo haciendo, ¡pero sin aguacate!”, comenta al respecto una ama de casa mientras rebusca entre la fruta y la verdura las de “temporada”, es decir, de precio más bajo.
“La temporada del aguacate ya no la hay en todo el año; lo exportan y lo poco que se queda en el país se vende carísimo”, asegura Ismael Ortega, comerciante del sur de Pachuca, quien asegura, “a mis clientas les digo: si quieren aguacate, avísenme con anticipación, para traer. Es que si traigo y no se vende, es una gran pérdida porque a mí me lo venden en 50 pesos y lo doy en 65, por las pérdidas.”
Hay sitios en donde el aguacate se observa grande, fresco, ideal para llevarlo a casa… pero en 70 pesos el kilogramo, como ocurre en el mercado de la colonia Juan C. Doria, en donde se observa, quienes adquieren este producto llevan “de a pieza”, solo la cantidad más necesaria.
“Mire, un solo aguacate, grande sí, pero tampoco tan grande, en 24 pesos… nomás porque al marido no le puedo servir enchiladas sin aguacate”, afirma Rosario Méndez, vecina de la colonia Las Fuentes.
Pero donde el aguacate resulta un auténtico fiasco es en los supermercados, donde además de venderse en 64 pesos el kilo, como en la plaza Gran Sur, “parecen piedras”.
“Pero si lo llevo lo tengo que envolver en papel periódico y dejarlo dos, tres días, para poder comerlo”, afirma una consumidora al momento de buscar un aguacate propio para comercio enseguida. “Nada, todos duros”, se queja.
“O compro aguacate o compro pollo; si quieren, les sirvo una sopita aguada y unas tostadas de guacamole, y punto. No alcanza para más”, afirma a su vez Luz María, una ama de casa que aún recuerda “esos tiempos en que se conseguía aguacate de cinco pesos el kilo, en la Central de Abastos.”
Sin embargo en dicha central, el precio del aguacate no es nada barato: un aguacate pequeño, muy oscuro ya, poco firme, se ofrece en 42 pesos el kilo, mientras que las piezas grandes, atractivas, de hueso pequeño, se venden en 52 y hasta 55 pesos el kilo.
Desaparecieron además de dicha central los puestos con altos toneles de aguacate; la oferta, en estos días, es muy reducida.
Crecen exportaciones de aguacate 25%
Mientras tanto, el pasado mes de abril, la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México informó que las exportaciones a los Estados Unidos, de esta temporada, crecieron 25 por ciento dejaron una derrama económica superior a los 250 millones de dólares.