“Zapatero a tus zapatos”. Tal es la postura de los empresarios hidalguenses en torno a la pretensión del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, de realizar obras por administración, crear una institución bancaria y empresas de Estado para atender carencias populares como servicios bancarios, internet o la telefonía celular.
“Recordemos aquellos tiempos en que el gobierno era dueño de más de 400 empresas y tenía participación en más de 200; empresas que jamás trabajaron en números negros”, afirmó el presidente del Consejo Coordinador Empresarial en Hidalgo (CCEH), Edgar Espínola Locona.
Tiempos en los que recordó el empresario, “el gobierno era el único propietario de un cabaret que trabajaba con pérdidas.”
El constructor, quien iniciara actividades profesionales durante el gobierno de José López Portillo, subrayó que “por experiencia propia, cuando el gobierno quiere participar como empresario la que termina pendiendo es la nación.”
Recuerda el empresario aquellas épocas “en que hasta bicicletas hacia el gobierno de la república”, en su afán de rescatar de la quiebra a empresas que adquiría y que, finalmente, se convertían en una carga para el erario público.
“Y mucho me temo que vamos en camino de repetir la historia”, afirmó, al ser cuestionado sobre las decisiones presidenciales de crear el Banco del Bienestar, construir por administración la refinería de Dos Bocas, el nuevo aeropuerto internacional, que Pemex lleve a cabo la modernización de las refinerías, que la Marina se encargue del sargazo, que tomen en sus manos dependencias federales obras inconclusas como carreteras, y ahora, crear una empresa de telecomunicaciones que lleve internet y telefonía a todo el país.
“Yo solo pido que el gobierno establezca la condiciones propicias para la inversión y que sea los empresarios los que generen el empleo y crecimiento, como ocurre en cualquier país con una economía de mercado.”
El representante empresarial dijo asegurar que la Iniciativa Privada apoya el trabajo que realiza la presidencia de la república para erradicar la corrupción.
“Hay que erradicar la corrupción, estoy totalmente de acuerdo y en eso apoyamos el ideal del presidente”, afirmó Espínola Licona, pero recuperó que en las empresas privadas la corrupción se da con políticos deshonestos, mientras que en empresas de Estado la corrupción se da entre políticos y políticos.
Barco sin rumbo claro
Mientras tanto, otros empresarios que pidieron permanecer en el anonimato, consideraron que salvo en la decisión de erradicar la corrupción, México semeja un “barco sin rumbo” y el anhelo generalizado es que no zozobre.
“La realidad es que no se ha definido un rumbo fijo para el país, pues se toman decisiones en el gabinete presidencial que luego el Presidente echa por la borda; se toman decisiones tan fuertes como suspender Texcoco y anunciar Santa Lucía sin tener en realidad un proyecto al respecto; desmiente el Presidente y se muestra en desacuerdo con sus funcionarios más cercanos; en el gabinete hay secretarios con muy dudosa capacidad.”
Para algunos empresarios “es cierto lo que dice el presidente López Obrador en el sentido de que el gobierno de Peña Nieto –Enrique-, fue un mal gobierno, pero al menos sabíamos el rumbo que llevábamos. Ahora, día a día nos preguntamos: ¿y ahora, qué?”