La mina de obsidiana en la que perdiera la vida el periodista y director de Comunicación de la Secretaría de Turismo, Eduardo Gómez Mora, no está abierta al público ni es promocionada por esta dependencia; es una mina activa de la que diariamente se extraen grandes volúmenes de este mineral, con una profundidad de cinco o seis metros.
Fue en esta mina en la que el pasado jueves 16 de mayo fue recibida la visita, de manera especial, de un equipo de producción de Televisión Azteca.
Visiblemente consternado, el secretario de Turismo del gobierno estatal, Eduardo Baños Gómez, informó a esta reportera sobre lo ocurrido ese día, “cuando no solo perdí a un muy eficiente colaborador; perdí a un amigo entrañable, una amistad de muchos años.”
Serán las autoridades las que determinen si existen o no responsabilidades que fincar sobre lo ocurrido, señala. “En lo personal considero que se alinearon muchos factores para producir ese accidente fatal.”
Ese día acompañaron Gómez Mora, un fotógrafo de la Sectur Hidalgo, personal de Turismo municipal y mineros del lugar, al grupo de producción de Televisión Azteca encabezado por la conductora del programa “¿Cómo se hace?”, Alicia Gutiérrez.
“Según me han informado, la actividad ese día era normal, con mineros bajando y subiendo obsidiana en trozos; primero bajaron un minero, anfitrión, la conductora, su camarógrafo, personal de Turismo municipal y un fotógrafo de esta dependencia.”
En el exterior, acompañando a otras personas de la televisora, se quedó Gómez Mora, quien “al ver que tardaban más de lo planeado, y él tenía programa de radio por la tarde, Lalo les dijo que bajaría para apurarlos, pues se le haría tarde para el programa.”
Explica el secretario de Turismo que “Lalo ya había bajado varias veces a esa mina, acompañando a periodistas que querían hablar de la obsidiana; conocía muy bien la bajada, tipo rappel con una guía de acero y todo el equipo apropiado.”
La conductora y el personal que se encontraba en el interior de la mina escucharon de pronto un golpe seco, que levantó mucha polvareda, percatándose minutos después del accidente ocurrido.
“Turismo municipal llamó de inmediato a Protección Civil municipal, a Seguridad Pública; la recepción telefónica es muy mala en ese sitio, pero cuando pudieron comunicarse conmigo –el secretario se encontraba en un evento en el Congreso del Estado-, primero me sorprendí, pues no sabía de la visita a la mina, pero me fui de inmediato al lugar; me acompañaba mi hijo, que es rescatista, y pedí apoyo a Protección Civil del estado.”
El secretario ordenó que no se utilizara más la guía de acero hasta ver en qué condiciones se encontraba. “De cualquier manera, fue Protección Civil quien subió a la superficie al equipo de la televisora y el cadáver de Lalo.”
Como su superior, como su amigo, Baños Gómez agradeció las muestras de apoyo y cariño hacia el comunicador, “quien siempre fue una persona fabulosa, y un empleado responsable y comprometido.”
La mina donde tuviera lugar el accidente forma parte de un centenar de minas de obsidiana que existen en el Cerro de las Navajas, todas ellas de poca profundidad, pues la obsidiana está casi en la superficie. Ninguna de estas minas reciben turistas.
Cercano a las minas se encuentra el Centro de Desarrollo Ecoturístico Las Navajas, el cual sí es promocionado por la dependencia, pero que está totalmente desligado de la actividad minera.
