Las organizaciones están inmersas en un entorno cada vez más complejo, en el que la información, la globalización y los avances tecnológicos transforman la manera en la que operan y se vinculan con sus clientes. Además, la evolución en los mercados ha hecho que las empresas replanteen sus modelos de negocio para atender necesidades que antes eran satisfechas de maneras diferentes o algunas que ni siquiera se habían identificado; sin embargo, el reto mayor de las organizaciones actuales reside en el activo más importante que tienen: su gente.
Por primera vez en la historia de la humanidad, tres generaciones (baby boomers, generación X y generación Y) se encuentran activas en el mercado laboral, creando una diversidad generacional nunca vista, haciendo que el 85% de los profesionistas nos relacionemos con dos distintas generaciones en nuestros lugares de trabajo.
Cada una de esas generaciones está formada por individuos que crecieron y se desarrollaron en un entorno significativamente distinto, compartiendo valores y prioridades, entendiendo el trabajo de formas distintas, manteniendo actitudes diferentes ante la autoridad, y ejerciendo y viviendo la responsabilidad a su manera; sin embargo, nunca una generación había creado tanta controversia y disparidad de opiniones como los llamados millennials.
Conocidos también como Generación Y, Screenagers o Generación MySpace, son los individuos nacidos entre 1980 y 1999, que han demostrado tener características y comportamientos distintivos que los diferencian de sus predecesores. Estos nuevos colaboradores han implicado retos para las organizaciones porque no comparten las visiones tradicionales de orden, estabilidad, reconocimiento y éxito.
Los millennials son multitarea, están híper-informados e híper-conectados, tienen una alta conciencia ecológica y manejan naturalmente la tecnología, lo que implica que es la generación laboralmente activa con la mayor facilidad en el uso este tipo de herramientas.
Por ello, están causando tanta revolución en las organizaciones, las cuales en su mayoría fueron creadas para las generaciones anteriores, con estándares de trabajo, horarios definidos y carpetas llenas de papel. Es obligación de las empresas buscar esquemas que permitan la incorporación de esa generación, pues pronto representará el 50% de la fuerza laboral a nivel mundial. Y es que los millennials son, sin duda, un recurso clave para la transición de las organizaciones hacia la competencia globalizada.
Morun Ahued Amado
División de Negocios