La asociación Impulso Rosa, fundada por Citlalli Jaramillo Ramírez, apoya a las mujeres buscando capacitarlas e impulsar sus proyectos productivos, llevándolas de la mano para empoderarlas con temas productivos, para que hagan sus cosas, tengan sus ingresos y tomen decisiones que las ayuden a salir de situaciones de violencia.

Jaramillo Ramírez, fundadora de Impulso Rosa, consideró que luego de haber sido candidata, y aunque sufrió un revés en los resultados, para ella fue una experiencia de vida valiosísima, porque conoció muchas realidades de las mujeres, algunas a las que encontró violentadas, estimando que de cada 10 casas donde tocaba, en ocho había esta situación, además de adultos mayores abandonados y niños con circunstancias difíciles.

De repente todo mundo quiere ayudar a África, pero aquí hay un chorro de cosas por hacer, e Impulso Rosa surgió por la necesidad de una comunidad de artesanas en el municipio de Acaxochitlán”.

Recordó que en este municipio, la gente ha dejado de trabajar el campo y tiene un alto índice de alcoholismo y a las mujeres les pegan, y cuando era delegada de una dependencia federal, una mujer se le acercó pidiéndole ayuda, porque su papá le pegaba, “y a su mamá ya la había matado, a chingadazos, así me lo dijo, con esas palabras”.

Por ese motivo, se le ocurrió la idea de fundar Impulso Rosa, para ayudar en un sitio donde una circunstancia brutal de usos y costumbres que todavía opera, “por eso surgió la fundación, porque a la mejor si las ayudamos, hacen sus cosas, tienen dinero y toman otra decisión”.

Aunque consideró que la solución para muchas circunstancias radica en que el campo vuelva a ser productivo, pero con mejores condiciones.

Sin embargo, al aproximarse a la realidad urbana, descubrió que en Pachuca y su zona metropolitana hay problemas peores, pues el narcomenudeo es un problema grave, las mujeres están viviendo circunstancias muy complicadas, en una situación difícil de comprender, porque regularmente el instinto materno está orientado a proteger a los niños, pero ahora observó que muchos niños están descuidados, andan en la calle tirados con quien sabe quién.

Por eso trabajamos una parte de capacitación y mentoría para empoderar a las mujeres desde dentro, sanar, perdonar y avanzar, porque si no están bien por dentro, no va a haber nunca ningún proyecto que te sirva por fuera”.

Citlalli Jaramillo comentó que es una labor que se tiene que hacer entre todos, “porque hoy nos hemos insensibilizado, nos hemos deshumanizado”.

Así que con 35 voluntarias, se han propuesto hacer cosas, quizá no por todos, pero sí por alguien, no con una idea de tomarse la foto, pero consideró que sí debe ser difundida la ayuda que prestan, porque de otro modo, no podrían recibir apoyos para seguir ayudando, “al final es empezar a hacer ruido, para que diga: oye, aquí estoy, a mí me gusta ayudar”.

Así fue como surgieron las 35 integrantes que ahora conforman Impulso Rosa, que son mujeres a quienes les gusta ayudar y así haciéndolo visible, más gente se sume, “pero no es tan fácil, hay que dedicarle tiempo, aquí no hay un sueldo, porque ellas tienen trabajo y otras cosas qué hacer”.

Jaramillo consideró que en tres años de experiencia, no es asistencialismo lo que se debe promover,  aunque sí la ayuda se requiere, la brindan, pero el eje debe ser el empoderamiento de la mujer con temas productivos, porque no sirve regalarles la moneda que les sobra o unas despensas, “sí capacitación para que les enseñes a hacer jabón, y se salga a vender jabón, por decir algo, sí la parte emocional de que sí puedes, te ayudo y vámonos juntas”.

Esta experiencia la vertió en un libro, donde da cuenta del trabajo de economía social que hizo en Acaxochitlán, aunque ahora se van a orientar a la venta en redes sociales, que maneja el multitask, donde se arman comunidades y la gente hace venta por redes.

Indicó que trabajan en la comunidad de San Idelfonso, en Tepeji, donde le han dado vuelo a las bandas de viento, pero se está perdiendo una tradición de laborar el telar, donde hacen rebosos que tranquilamente compiten con San Luis Potosí, donde sólo hay cuatro mujeres que conservan esta tradición.

Por su parte, la vicepresidenta, María Elena Carballal dijo que apoyan a un pequeño pachuqueño de nombre Julián, a quien hemodializan tres veces a la semana, y recibe esta ayuda, porque su mamá está imposibilitada de trabajar por atender a Julián, además de que el papá se desentendió de ellos desde que nació Julián, quien es vecino de El Palmar.

Desde los 9 meses Julián presentó un problema en los riñones, por lo que se organizó una cena a beneficio de él, con la presencia de su mamá y sus abuelitos, quienes recibieron los fondos de lo recaudado, además de que le fue entregado a Julián un tanque de oxígeno y se le gestionó un viaje para ir a la playa, con avión y alojamiento, para que conozca el mar.

También refirió que organizaron un bazar, para recaudar fondos a fin de costear pelucas oncológicas para mujeres con cáncer de mama, las cuales lograron gracias a un convenio con el CRIT a precio especial, pues tienen un taller en México donde hacen las pelucas para el Teletón, y con el precio que les dieron, pudieron adquirir más y abarcar a más beneficiarias.

Observó que fue curioso que a las mujeres les dieron a escoger entre pelucas o implantes, pero todas prefirieron las pelucas, porque los implantes, que son brasieres con un relleno del seno faltante, por lo regular les son donados a través del voluntariado del IMSS, pero para ellas era más importante estas pelucas, porque como mujeres, al verse sin cabello, se deprimen más.

Impulso Rosa busca generar sinergia de mujeres talentosas, que se inspiren unas a otras para generar sus propias buenas noticias, Fundación que tiene su sede en Avenida Juárez, justo a la salida de la estación del Tuzobús Parque de Convivencia, donde se pueden acercar quienes quieran adherirse o apoyar su trabajo.