Aunque sin llegar aún a frenar de tajo las inversiones o comenzar a despedir trabajadores, las empresas en Hidalgo viven una incertidumbre a causa de la indefinición de las políticas económicas del nuevo gobierno de la república, que les impide planear su crecimiento a mediano y largo plazo.
Esta incertidumbre está afectando principalmente a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), que representan más del 70 por ciento del total en la entidad.
Aceptó lo anterior el presidente del Consejo Coordinador Empresarial en Hidalgo (CCEH), Edgar Espínola Licona, al ser cuestionado sobre insistentes rumores de despido de trabajadores en empresas que han visto frenado su crecimiento por esta incertidumbre económica.
“De despidos aún no tenemos conocimiento, pero lo que sí ocurre es que esta situación económica impide que al pequeño y mediano empresario se le complique la reinversión”, afirmó el representante empresarial.
Recordó que las empresas debieron pagar reparto de utilidades a más tardar el 31 de mayo, y ello influyó a que a las empresas se les haya dificultado tener liquidez económica.
“Sobre todo no hay certidumbre para alentar las reinversiones en corto plazo, que rindan frutos también a corto plazo, que es como viven las pequeñas empresas.”
Y sin certidumbre, sin un rumbo definido, los empresarios difícilmente se sienten alentados a invertir, y arriesgar, sus capitales, muchos de ellos generados a lo largo de su vida productiva.
Baja el circulante, baja el consumo
Mientras tanto, empresarios locales que solicitaron el anonimato hicieron notar que en este primer semestre de la administración federal, el bajo circulante, resultado de la “austeridad republicana que ya alcanza a la pobreza franciscana”, ha dado al traste con el consumo no sólo de autos nuevos en el país.
Se destacó que restaurantes que se encontraban saturados por las mañanas, hasta hace unos meses, registran ahora una baja afluencia, y lo mismo se repite en los supermercados, tiendas departamentales y comercio en general.
“Las graduaciones fastuosas, con flores, música viva, cenas y bailes, y muchos regalos ya son cosa del pasado; la construcción y venta de viviendas es muy baja, la obra pública con recursos federales ha sido anunciada pero no arranca; ha disminuido la actividad turística y las familias tratan de moderar su consumo al máximo… pues no hay dinero, así se simple”, se comentó entre empresarios.