Coparmex consideró urgente un “cambio de timón” en materia financiera en el país, luego de la baja en las calificaciones de Fitch Ratings y Moody’s a Pemex, lo que evidencia “los errores que se están cometiendo actualmente en materia de política energética y administración pública”.
El sindicato patronal destacó que al caer la confianza de los inversionistas, “será más difícil que Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) atraigan nuevas inversiones, además de que el costo del pago de su deuda se elevará”.
En su mensaje semanal La Señal, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), advirtió además que la degradación impide a estas empresas del Estado ser más atractivas y dejan al gobierno situación e una situación más precaria en cuanto al costo de su deuda.
Para la Coparmex México requiere proyectos de inversión estratégicos que cumplan con la ley y no sean producto de simples caprichos políticos sin sustento técnico y financiero.
Considera el organismo empresarial que la baja en las calificaciones, de estable a negativa, traerá consigo severas consecuencias que no se limitarán al sector público sino afectarán la capacidad productiva de la economía mexicana en general.
“Las decisiones equivocadas del gobierno son las claras responsables de estos hechos. Ambas agencias justificaron sus decisiones de degradación en la desconfianza que les generan las estrategias del gobierno federal”, cita el comunicado.
Ni Santa Lucía ni Dos Bocas
Demanda entonces un replanteamiento en la estrategia y manejo de las finanzas públicas, así como en los grandes proyectos de inversión de la administración federal en turno.
“Ni el Aeropuerto de Santa Lucía, ni la refinería de Dos Bocas, los proyectos estrella de esta administración, están cumpliendo a cabalidad estos requisitos”, considera la Coparmex.