Increíble la reacción machista y homófoba que provocó en todo el país la medida tomada por las autoridades de la Ciudad de México, con respecto al uniforme neutro en las escuelas públicas de la capital.
Prefiero pensar que se trata de una sobre reacción hostil de quienes no están de acuerdo con Claudia Sheinbaum Pardo, por haber ganado las elecciones, (tan absurdo como eso), y que no aceptan que la principal ciudad del país, siga siendo punta de lanza de los derechos humanos de todes. Muchas de las personas que juraron ser una oposición responsable y propositiva, se han convertido en agoreros de la desgracia y están echando mano de la mentira, la manipulación, la violencia, el insulto fácil y la falta de una argumentación convincente para descalificar cualquier medida que se tome.
Si siguen así volverán a perder, se los aseguro, que con sus piedras, Claudia Sheinbaum hace su pared.
Lo que realmente me espanta es que el anuncio haya hecho aflorar la verdadera escancia de las y los mexicanos, eso me tiene muy preocupada, porque quiere decir que años de lucha del feminismo mexicano, años de lucha por los derechos humanos de todes y en especial de las niñas, se vayan por el caño.
Es que me niego a pensar que la mayoría de la gente de éste país sea así de perversa y no quiera el bienestar de la mayoría o sean las mujeres y las niñas. En serio, si de verdad lo quieren, ¡dejen de manipular todo!
Así también quiero imaginar que la reacción se debe a la desinformación. Hace un tiempo le decía a mi terapeuta Magalli Piña Bedolla que si existe la reencarnación yo voy a volver a ser periodista y comunicóloga, me nace la necesidad de informar. ¡Ahí voy!
He de decirles que así inicio todos mis talleres, conferencias y charlas, explicando la diferencia entre sexo y género ¡para poder entender al mundo! ¡El género no es una ideología, es una herramienta de análisis!
Sexo: Es todo el conjunto de elementos biológicos que determinan la diferencia entre un hombre y una mujer, tenemos paquete biológico distinto, lo más evidente son los genitales, pero además existen personas que presentan ambos rasgos, los intersexuales. El problema radica en que ésas diferencias que da la naturaleza se traducen en desventajas sociales y culturales para el sexo femenino.
El género en contra parte, no es un producto natural, es social y cultural creado por la humanidad, vulgo, por el sistema hegemónico patriarcal, que varía en tiempo, en cultura y en sociedad.
Varia en tiempo, esto quiere decir que a lo largo de la historia de la humanidad, hombres y mujeres se han representado como tal, de distintas maneras. Vamos que ha habido muchas maneras de ser hombre y de ser mujer, hay actualmente muchas maneras de ser hombre y de ser mujer y habrá en un futuro muchas maneras de ser hombre y de ser mujer. Pero que una característica de éste sistema hegemónico es convencernos de que hay una sola manera de ser mujer y de ser hombre, como soy yo como hombre y como soy yo como mujer.
Las cierto es queridas y queridos, que poniendo un pie fuera de su casa, las cosas son totalmente distintas, eso no quiere decir mejores o peores, simplemente distintas. Con respecto al tema que del que estoy hablando, es falso que a lo largo de tiempo los hombres no hayan usado faldas. En mis ponencias presento una imagen del rey Felipe IV de España, por cierto una figura aspiracional, ése hombre así vestido y así graficado, representaba poder político, poder económico, poder religioso y poder social ¡y usaba faldas!
El género varía en cultura: que dependiendo de la cultura en la que naces y te mueves, te representas cómo hombre y cómo mujer. En Marruecos, son los hombres los que bordan la ropa, las mujeres tienen prohibido bordar, pero no está por escrito, no está en el Corán, (es un país musulmán), no es un edicto del Rey, (es un reinado), es una cuestión de género, no hay nada por escrito pero todo el mundo lo asume y se lo traga como pastillas de limón sin siquiera cuestionárselo.
El género varía en sociedad: Que dependiendo del tipo de sociedad en la que te desenvuelves te representarás cómo hombre y cómo mujer. Que no es lo mismo ser un hombre, una mujer de Pachuca, que ser una mujer un hombre de Ciudad de México. Que no es lo mismo ser una mujer un hombre de Pachuca, que ser una mujer un hombre de Nueva York y así sucesivamente, piensen en el lugar que les plazca, incluso aquí dentro de Pachuca.
Queridas y queridos, que cumplir con las exigencias de género que éste sistema hegemónico ha impuesto a hombres y a mujeres, nos obliga a ambos a movernos en un cuadrito ínfimo y eso sólo nos impide ser personas integrales e integras.
Que para poder ser personas plenas, integrales e integras por obligación necesitamos romper con nuestros propios estereotipos de género, salir de nuestra zona de confort, para atrevernos a ser y hacer aquello que éste sistema patriarcal rechaza para un hombre o para una mujer. Tan sólo imaginen esto: Que el mejor maestro pastelero de México, sea por cuestión de género, el peor mecánico automotriz del país. Que la futura astronauta de ésta nación, termine por cuestión de género convirtiéndose en la peor cultora de belleza de México.
¡La mente es como un paracaídas, sólo sirve si está abierto!, ábranse, ábranse y atrévanse a ser ustedes mismes.