La función de la política es llegar acuerdos entre las partes participantes, es lograr mutua colaboración entre los competidores, con la salvedad que, en los convenios no siempre se logra beneficios equitativos. En ciertos casos uno gana más y otro obtiene menos beneficios cuando de dos se trata. Esta proporción es debido porque, quien tiene poder de coacción para imponer las condiciones al de menor dominio.
Del mismo modo la política es un recurso para dar solución a determinado vicisitud de la forma pacífica, es encontrar solución a conflictos y convivir en sana convivencia entre personas, grupos sociales y mantener armonía colectiva. Sin embargo, cuando una de las partes quiere aplicar sus condiciones se hace uso del poder.
Robert Alan Dahl connotado académico de la Universidad de Yale y teórico de la ciencia política, especialista en temas de la democracia y del poder político. El politólogo expresó que no ha habido ninguna sociedad completamente democrática, debido a que uno tiene el control de la agenda política, por lo tanto, va imponer las condiciones, porque es el que ostenta mayor mando. Entonces, la democracia es un concepto teórico que en muy contadas ocasiones se aplica a la realidad. Democracia es un ideal, en constante construcción. En política es un concepto para clarificar sistemas políticos.
Dahl aporta nuevo concepto referente al ejercicio poder en una sola sociedad de cuando de país se trata, crea el término “poliarquía”, equivalente a “gobierno por parte de muchos.” Más estos números no es la multitud de ciudadanos. Es decir, en la sociedad influyen varios poderes, desde el poder: económico, ideológico, militar, y político. Estos poderes están dirigidos por el selecto grupo llamado élites.
En el ámbito político destaca una de sus frases muy sustantivas: “A tiene poder sobre B en la medida en que logre que B haga algo que no hubiese hecho sin la intervención de A”. Donde A puede ser una persona, gobierno o país, del mismo modo que B. Me sirvo de distinción de poder para explicar lo acontecido con los representantes de los gobiernos de Estados Unidos y México en las pasadas negociaciones entre ambos gobiernos.
El poder es producto de las decisiones que toman los hombres o grupos de hombres. Estas disposiciones son tomadas muy a pesar de las circunstancias en que viven otras clases sociales, en muchas ocasiones, incluso, adversas. Para la aplicación de las decisiones se buscan los medios más eficaces, sin embargo, a veces se toman los más inadecuados. Aunque no siempre con el consentimiento de los ciudadanos,
El 26 de marzo pasado el presidente Donald Trump había aumentado sus requerimientos al amenazar si no había cooperación mexicana en limitar la marea de buscadores de empleo, se impondría tarifas extras a los productos mexicanos vendidos en el mercado estadounidense
Los comisionados de los gobiernos de Estados Unidos y México, reunidos en Washington tuvo fin el viernes pasado para dialogar la suspensión de la imposición del del 5 por ciento de las exportaciones de México hacia el país vecino, es un acto de fuerza coercitiva por parte del presidente estadounidense. Presión política que había iniciado desde el 26 de marzo pasado, intensificado a partir de entonces para amedrentar al gobierno mexicano.
El resultado obtenido por suspensión de aranceles a las exportaciones de productos nacionales ha sido magnificado por los negociadores mexicanos. Sin embargo, la prensa internacional ha distinguido que no hubo el beneficio difundido, porque los gestores de la anulación de gravámenes, aceptaron aumentar la compra de productos agrícolas estadounidenses.
Del mismo modo el gobierno mexicano ha aceptado modificar la política de puertas abiertas para recibir la multitud de inmigrantes procedentes de países centroamericanos y de sudamericana, que tienen la ilusión de ingresar a la unión americana en busca de ser empleado.
Los caprichos del mandatario estadounidense están siendo cumplida y hasta aumentada. Desde su campaña para obtener la presidencia planteó construir un muro para evitar el ingreso de inmigrantes mexicanos y que en la construcción del muro sería sufragado por el gobierno mexicano. Tal muro no ha sido construido, pero si existe una tapia conformado por un grupo policías, militares y elementos del guardia nacional destinado a cuidar la frontera de Guatemala hacia México. El Muro ya no será construido en los limites de México y Estados Unidos. Es un muro móvil de humanos ubicado en el Río Suchiate.
En lo que va de la presente administración ya han sido reclutados seis mil efectivos destinados a cooptar el ingreso a tierras nacionales para tratar de ingresar a Estados Unidos, y no para contribuir a la seguridad de los ciudadanos que mucha falta hace.
México a su vez no sale perdiendo porque sus cámaras de comercio podrán exportar los productos nacionales, esto redunda en la generación de empleos tanto nacionales y no salir confrontados por no tener la voluntad de colaboración mutua. Solo queda la duda. ¿En qué momento otro berrinche del gigante norteamericano tambaleará la frágil economía de nuestro país?