Simon Sinek es un comentarista y orador inglés que habla sobre diferentes temas para una gran variedad de públicos. Una de sus entrevistas toca el tema de los millennial. Llama la atención es que Sinek hace una “disección” de los jóvenes millennial: arrogantes, narcisistas, flojos, y un largo etcétera. Identifica varias características de esta generación:
1. estrategias fallidas de educación por parte de los padres, 2. uso continuo de la tecnología, 3. impaciencia y 4. medio ambiente inapropiado. El uso constante del teléfono celular parece tener una importancia muy grande REF. Aparentemente, cuando se hace uso de las redes sociales, buscando “likes” en la cuenta de Facebook o de Instagram se libera cierta cantidad de dopamina, una sustancia que generalmente se asocia con el consumo de alcohol, cigarrillos y el juego compulsivo.
Es por ello que generalmente es tan difícil para algunas personas dejar de ingerir alcohol, o dejar de fumar, o bien dejar de apostar en juegos de azar. En columnas anteriores mencioné que Fiódor Dostoyevski vivió con la adicción al juego de la ruleta, que lo llevó a perder grandes sumas de dinero.
Simon Sinek plantea que aunque se tienen leyes para el consumo de alcohol, la venta de cigarrillos y la edad a la que las personas pueden apostar en juegos de azar, no se tiene control sobre el uso de los dispositivos móviles. El equivalente sería dejar la entrada abierta a los adolescentes a una “barra libre” continua de licor. Conocemos los efectos del alcohol en el comportamiento de los jóvenes y por eso mismo existe una regulación estricta al respecto.
Como profesor he tenido un cierto porcentaje de estudiantes que “toman la clase” mientras están enviando mensajes de Whats App o consultando su perfil de Facebook.
Lo peor de todo es que los chicos no parecen darse cuenta del efecto que estos dispositivos tienen sobre su personalidad y su vida. Algunas de las clases que imparto tienen que ver con aplicaciones de la tecnología en problemas teóricos, pero cuando se trata de desarrollar un programa de cómputo que resuelva un problema específico, el “entusiasmo por la tecnología” parece disminuir en los estudiantes… No estoy en contra del uso de las tecnologías de la información, pero creo firmemente que acostumbrar al cerebro a una gran cantidad de datos basura a un ritmo acelerado no ayuda a formar estudiantes críticos. Terminaremos con seres incapaces de plantearse pensamientos complejos. Tenemos que crear estrategias que ayuden a estos jóvenes a salir de una larga adicción.
Twitter: @Cs8Soto