Si bien en estos momentos la actividad política va más avanzada de lo que se esperaba, lo que ha dado como resultado que se aceleren los movimientos entre los actores y partidos políticos para salir lo mejor librados posible, es cierto también que al interior de algunos de los institutos hay todo tipo de jaloneos que posiblemente descontrolen a uno que otro de los que aspiran a ser tomados en cuenta, así como entre sus partidos donde las renuncias hacen evidente su debilidad.

Para quienes no quieren ver su realidad, o no la aceptan, es claro que dentro de su descontrol aún se engañan y quieren engañar a sus militantes, seguidores y simpatizantes así como a la población en general con los mismos discursos, formas de actuar y mecanismos de trabajo con los que han logrado algunos cargos de elección popular y en los que de alguna manera pretenden permanecer, rescatar o conquistar en los comicios locales que se avecinan a grandes pasos.

Es por eso que en los tiempos actuales los retos para todos los actores políticos son mayores y de un descontrol total, porque en estos reacomodos los actores y aspirantes tienen la posibilidad de que en caso de no ser arropados por su partido pueden sumarse o buscar apoyo en otro que les ofrezca mayores garantías de poder cumplir sus metas políticas, no solo de aparecer en las boletas, sino hasta de ganar en los comicios de julio del 2020.

Aunque en realidad muchos de los que aspiran saben muy bien que no hay muchos partidos que puedan garantizar que los lleven al triunfo, ya que desde los comicios del año pasado se redujeron mucho las posibilidades, además de que varios de los partidos saben que su principal lucha en los comicios locales será más por su supervivencia que para lograr el mayor número de cargos el próximo año, por lo que en realidad tienen enfrente una tarea muy difícil antes que pensar en cumplir las metas de quienes se les puedan sumar de última hora.

Otro de los lugares donde no debería darse un descontrol debido a la naturaleza de la labor que realizan, es en el Congreso del estado, donde en las actividades para la aprobación de la Reforma Electoral los legisladores que encabezaban la mesa directiva demostraron desconocer a fondo la ley, por lo cual en dos ocasiones se tuvo que decretar receso en la sesión extraordinaria para que fueran asesorados, lo que demostró que aún hay mucho que aprender entre los integrantes del Poder Legislativo.

Lo malo de esas demostraciones es que por siempre los grupos en el poder son los más vigilados y criticados, porque se convierten en uno de los mejores activos políticos para sus contrincantes, los cuales a pesar de haber estado del mismo lado en los cargos, ahora tienen la capacidad de hacer bien lo que en su momento no quisieron o no pudieron, pero que ahora con sus señalamientos quieren hacer creer que esta vez sí harían bien las cosas.

Pero parece ser una norma el hecho de que los grupos en el poder, por la confianza o soberbia que les da el poder público, no se dan cuenta que se encuentran en el ojo del huracán y que si no se ayudan ellos para seguir en los cargos de poder público, sus contrincantes les ayudarán a salir lo más pronto posible.