Se les encuentra recién nacidos abandonados en la calle, tal vez desnudos, pero siempre indefensos y expuestos a lo peor; otras veces de trata de bebés que fueron entregados al DIF porque las familias no podían atenderlos; en algunos casos son pequeños y pequeñas que recibieron maltrato de parte de sus padres y tuvieron que ser rescatados; en otros casos se trata de huérfanos que carecen de una red familiar que los acoja; también son niñas o niños que huyeron de la violencia o que en sus casas privaba el descuido y la desatención, al grado de causarles daño.
“Orgullosamente adoptada”
Rosa Meneses y Carmen Rincón vivieron la adopción como la otra oportunidad que les otorgó la vida.
Rosa Meneses Carrasco, licenciada y maestra en Comunicación, en la adolescencia constató que era una hija adoptada, hecho que le provocó una crisis existencial, pero con el tiempo descubrió que había sido una niña afortunada.
¿Qué significa para ti ser hija adoptada?
Esas cosas (ser adoptada) se sienten cuando eres muy pequeña, cuando te das cuenta que no eres igual a tu familia físicamente, emocionalmente y por costumbres. Hay cosas que sí se heredan, las manías, las facciones o el gusto por ciertas cosas, en ocasiones muy sutiles. Ahí es cuando te confrontas y dices ‘no soy igual que mis familiares’ pues te das cuenta que tu núcleo tiene ciertas inclinaciones por un deporte o actividad”, dice.
Durante más de diez años, Rosa buscó dónde colocar ese pasado anterior a la llegada a su actual familia, lo que le causaba gran dolor y gran angustia, hasta que buscó ayuda y aprendió a lidiar con esos “fantasmas” que le atormentaban, porque le significaban haber sido rechazada.
Con lo que uno tiene que lidiar como hijo adoptivo es el rechazo, porque tu familia biológica no pude quedarse contigo. Para mí son fantasmas que yo no recuero, pero que finalmente allí están”, comenta.
Es muy cierto que la sangre sí llama, sí hay conexión, pero también es verdad que cuando una familia te acoge en su núcleo adquieres esos valores. Yo sé que fui una mi niña muy deseada, ellos (sus padres) siempre fueron muy cuidadosos y respetuosos en saber dónde empieza mi historia y dónde se incorporan ella y él. Mis compañeros me decían que el hecho de que una pareja te desee tanto te hace sentir más amada que una hija que tal vez nace en un matrimonio convencional”, anota la periodista.
Ahora Rosa Meneses Carrasco, madre de una niña de tres años, considera que la adopción es un regalo que brindan cuando la familia biológica no te puede atender y permite que otras personas lo hagan.
Hijos del corazón
Por una mala práctica médica al momento del parto, a los 28 años Carmen Rincón Cruz perdió la posibilidad de ser madre en el futuro y sufrió la muerte de su bebé dentro del útero.
La química farmacobióloga emprendió y ganó una lucha legal contra el médico que atentó contra sus derechos reproductivos y al mismo tiempo decidió que si ya no podía engendrar físicamente lo haría emocionalmente y así se convirtió en madre de Estelí y Emiliano, sus “hijos del corazón”.
Mis dos hijos nacen a partir de una decisión y de una convicción emocional, porque si bien no tenía la posibilidad biológica de poder gestar, sí tenía la capacidad emocional de hacerlo”, indica.
Explica que el nombre de “madre del corazón” lo acuñó su hija cuando se enteró que no había nacido “de la panza” de Carmen, por lo que llegó a la conclusión de que si no había sido así, entonces sí había nacido en el corazón.
¿Qué significa para ti haber adoptado dos hijos?
En esfuerzo me equiparo con el resto de las mujeres, porque en esta sociedad vivimos la maternidad en soledad en cuanto a atención de los hijos y la ‘talacha’ doméstica”, expone y agrega que en su caso, José Luis, su esposo, ha estado al tanto en todo momento, así como su familia materna.
La maternidad de Estelí y Emiliano fue muy compartida en cuanto a la crianza y los trabajos domésticos. Las mujeres de mi familia me ayudaron a ‘maternar’, sin cuyo apoyo no hubiera podido alcanzar mis proyectos profesionales”, aseguró.
Tras 31 años de haber iniciado esta aventura, Carmen Rincón le da gracias a la vida, pues tiene una hija médica cirujana, que en la preparatoria obtuvo la Medalla al Mérito Universitario y en la carrera volvió a obtener dicho reconocimiento.
Con relación a Emiliano, cuenta que la adopción de su hijo le replanteo la vida y la maternidad, porque nunca pensó que iba a tener un niño con necesidades especiales. “Es un joven de 24 años que no tiene lenguaje, tiene el desarrollo de chico de 15 años, es totalmente dependiente porque no puede estar solo, pero emocionalmente es muy inteligente porque sabe demostrar sus afectos”.
En la actualidad, Rincón Cruz trabaja para que la maternidad se conciba como “una decisión libre y voluntaria, incluso la maternidad emocional de las mujeres que no tienen la posibilidad biológica de gestar”.
Derecho a una familia
La política de adopción en la entidad debe privilegiar el interés superior del niño o niña y no el de la familia solicitante, aseguró Patricia González, presidenta del Sistema DIF Hidalgo, quien reforzó su declaración al afirmar que la institución de asistencia social no cumple con la función de dar dicho privilegio a los matrimonios que así lo pretendan.
No es hacerles un favor a los solicitantes, el DIF no cumple la función de darles el privilegio de ser padres, el DIF debe cumplir a cabalidad el privilegio de que un menor de edad se desarrolle en un hogar de buena manera, que tengan salud.
La adopción es la figura jurídica por la que tenemos la posibilidad de restituirle a una niña o un niño su derecho de vivir en familia, el que perdieron probablemente porque vivían en una familia donde había violencia y no tenían una convivencia sana”, anota la titular del DIF Hidalgo.
Patricia González explica que las niñas y niños que se encuentran bajo la custodia definitiva, llegan a dicho lugar por muy diversas circunstancias. “Están desde los recién nacidos, de apenas días, porque mujeres embrazadas no deseaban hacerse cargo de la responsabilidad de ese menor, pero tampoco deciden recurrir a otra práctica para que no llegue a buen fin ese embrazo. Ellas nos buscan antes de que nazca el menor y se hace el trámite de entrega voluntaria”.
Además, hay “menores abandonados, a los que se les llama expósitos, que son quienes fueron encontrados en la calle, en la batea de una camioneta o incluso debajo de los puentes donde se tira basura”.
Ante ello, el DIF cuenta con tres centros de asistencia que son: la Casa Cuna, donde se alberga a pequeñas y pequeños menores de seis años; así como la Casa de la Niña y la Casa del Niño, donde se mantienen hasta los 18 años de edad.
En este gobierno hemos entregado 83 menores e Hidalgo se encuentra entre los tres estados que promueven la adopción de menores que superen la primera infancia, o sea de cero a seis años. Hemos tenido la oportunidad de colocar adolescentes de 14 a 15 años y eso antes no se hacía”, explicó González Valencia.
La titular del DIF estatal asegura que no es prolongado el trámite para poder adoptar. Lo que ocurre es que en ocasiones los solicitantes con cumplen con todos los requisitos o en algunos casos dejan el trámite pendiente. Si los solicitantes entregan toda la documentación requerida, que va desde las identificaciones básicas, hasta exámenes antidoping, de salud y documentos que acrediten sus percepciones y su patrimonio, la entrega del menor se realiza hasta en tres meses.
Para Patricia, dicha área del DIF Hidalgo la ha sensibilizado al estar en contacto con diversas historias. “Como creyente, estoy convencida de que hay un ser supremo que hace especiales a esas niñas y esos niños, porque han tenido que pasar por muchas luchas, vencer muchas batallas para llegar al momento de integrarse con las familia que les esperan”.
Aquí (en el DIF) he logrado conocer el lado más oscuro del ser humano. Hay quienes abandonan a un ser indefenso en la basura donde convive con roedores y otras plagas o maltratan a niños más grandes desprendiéndoles las uñas. También está el lado de más luz del ser humano, que es cuando alguien tiene tanto amor para darle a otra persona que no es su sangre, que no conocía y decide darle amor a ese ser humano”.